Hola Preciosa, todo esto te lo dedico a ti pues te dije que quería que te sintieras orgulloso de mí, aquí lo tienes. Te cuento.

Charles Darwin predijo hace 160 años , 1862, que un noctuido debía existir para fertilizar a la orquídea Angraecum sesquipedale. Sesquipedale equivale a una espiritrompa de 6 pulgadas, unos 18 centímetros de longitud, y lo dijo sin conocer su existencia. Por supuesto toda la ciencia se rio de él. Pero años posteriores a su muerte apareció dicha Esphinge, la Xanthopan morganii praedicta, que fue predicha por él.

Hoy te traigo a colación que se ha descubierto una molécula, una proteína que interviene en el dolor y está “involucrada en el dolor de la fibromialgia”, esto es mío porque ya lo predije hace 5 años. Es mi teoría y supone un inmenso orgullo para mí saber que dicha proteína existe en las condiciones que predije, la función que debía cumplir y cómo cumplirla.

Creo que científicamente llevo años de adelanto a las investigaciones que se están realizando, al menos a las publicaciones, bien pudiera ser que yo estuviera equivocado y alguien pudiera rectificarme. Refiriéndome siempre a las enfermedades del Sistema Central, a las que no quiere reconocer nuestro sistema de salud.

Sin embargo me emocionó este artículo recién recibido en el que se asegura que esta proteína existe y también, no lo voy a negar, me siento muy orgulloso de mí mismo, de mi trabajo, de mis investigaciones, lo que tengo escrito, lo publicado y lo que no, y fue para favorecer a todos los enfermos que conozco, a los que no conozco y a los que vengan posteriormente, que para eso escribí mi primer libro, para que no aparezcan más. Suficientes somos ya.

No menos cierto es que considero que las investigaciones llevan un camino erróneo, siempre te lo dije, buscan donde no se puede hallar nada pues nada hay que genere enfermedad donde ellos buscan ¿La genética? Eso es poca cosa, casi nada, la epigenética es quien gobierna el mundo de las proteínas. Tú, cuando te enfadas, generas unas proteínas distintas a cuando estás relajada, o cuando dejaste de tomar kéfir que te transformaste en una persona totalmente distinta a cuando lo tomabas ¿Ves qué sencillas son las cosas en la vida? Y tomamos decisiones en función de lo que comemos o lo que no comemos, otro error de la medicina, no es solo que, también influye lo que no, y forma nuestro carácter y la toma de decisiones y, gracias a la comida, mucha gente decide por el peor universo de su vida.


En mi libro, Una Teoría Atrevida, necesitaba de una proteína para que me cuadrara el problema de la fibromialgia. Hoy, unos años después, aparece esta proteína que predije que tenía que estar ahí. Estos son los párrafos más interesantes respecto a ello. Son diferentes páginas de mi libro.

". Pero quizás deberíamos estudiar esta posibilidad. ¿Puede o pudieran ser parte de las proteínas que buscan los investigadores en las enfermedades del Sistema Central? ¿Podrían ser instigadoras o provocadoras, coadyuvantes, de las enfermedades que estamos hablando? Sí, podrían serlo."

"Si no tenemos suficiente serotonina no podemos controlar el dolor, la poca que debemos tener en el cuerpo, la que se vierte al torrente sanguíneo, va para menesteres más esenciales, la insulina, control de otras hormonas y pare usted de contar. Creo que por alguna razón, o de algún modo, la serotonina u otra molécula inducida por ella, la que llamaré molécula freno del dolor, forma una barrera entre el punto del daño y el sistema nervioso correspondiente. Al no disponer de esta molécula, el punto de dolor transmite 24 horas y al no tener serotonina, no existe amortiguación del dolor."

"Imagino que esta molécula freno del dolor es una proteína anclada a la zona del daño y que no es transmisora. Es decir, si la encontrara un científico diría ¿qué raro una proteína que no ejerce función alguna? Pues sí que la ejerce, impide que el dolor sea transmitido al sistema periférico y de este al central. Debe ser una molécula apolar sin capacidad de transmisión eléctrica ni molecular, intencionadamente por supuesto. También podríamos llamarla “proteína silenciadora” (¿las endorfinas?)"

"Esta proteína debe tener un alto dielectro de manera que frena el pequeño dolor remanente que nos queda después de uno mayor, sin embargo dejará transmitir a los nervios si algo se estropea en mayor cuantía, por ejemplo una lesión muscular. Y si perdemos este tipo de proteínas empieza la memoria del dolor ¿Se pueden reponer? Por mi experiencia sí, he eliminado muchos dolores, no todos pero sí una gran mayoría lo cual es una esperanza para todas vosotras y vosotros, que alguna vez lo tenía que decir."

"Desde ese punto de vista, la fibromialgia resalta los dolores que tuvimos por la mañana, por la tarde del día anterior, hace una semana, hace un mes y años atrás. El método es el mismo, algo o alguna parte del cuerpo mantiene una memoria sobre ese dolor porque le interesa y el cuerpo responde de varias formas: admitiendo que tiene dolor, amplificando el dolor y recordando los dolores antaños, aunque no duelan. Es por tanto muy importante cortar con la secuencia de dolor y debe ser a niveles distintos. El primero es el de la comida, el segundo es el emocional y el tercero es el del tratamiento."

 

Científicos de la Escuela Icahn de Medicina del Hospital Monte Sinai (Estados Unidos) han logrado identificar una proteína clave en los estados de dolor crónico. Esta revelación puede ser el primer paso para el desarrollo de estrategias para el tratamiento de esta patología.

Según el estudio, publicado en The Journal of Neuroscience, es una proteína denominada RGS4 (Regulador de la señalización de la proteína G 4) la que tiene un papel importante en el mantenimiento de los estados de dolor a largo plazo y su tratamiento puede ayudar a evitar que el dolor agudo evolucione a dolor crónico.

 

 

LA LIMPIEZA DEL CUERPO Y DEL MONTE.

         Hola J. M. Mulet:

         ¿Buen veraneo, descanso y reposo? me alegro. Te escribo en referencia a tu presentación del libro de Tim Spector, “El mito de las dietas”. Lo tengo en espera, ahora estoy leyendo a Manel Esteller, “NO SOY MI ADN”, luego “El extraño caso de la mielina perdida”, de Rafael González Maldonado y por fin “El mito de las dietas”.

         He de reconocer tu trabajo como profesor en la Universidad de Valencia y en el Instituto de Biología Molecular y celular de plantas. Para el que no lo sepa José Miguel Mulet es Doctor en Biología y licenciado en Ciencias Químicas, escribe en su página de http://jmmulet.naukas.com/ donde está “Tomates con genes” y me gusta, la verdad, estoy adscrito. He leído algunos de sus libros y, como profesional, muy de acuerdo con lo que dice, como enfermo y como persona en desacuerdo en algunas cosas. Intentaré explicarme  en qué disiento de algunos de sus pensamientos o escritos en la presentación del libro: “El Mito de las dietas” Divulgación de frontera, y expondré mis ideas.

         Tim Spector, ya se nombra en la cita, se dedica a investigar la microbiota humana con la dificultad que ello entraña ya que existen unas interacciones imposibles de conocer. Las especies radicadas en el intestino, su conjunto es la microbiota: hongos, arqueas, bacterias y parásitos, deben desmenuzar, fermentar, desmontar o digerir todo alimento que les llega. Los hongos y arqueas se pirran por el azúcar, por tanto son competencia ¿qué ocurre si tenemos unas especies dos metros antes que las otras? sencillamente que la digestión no es la misma, los productos o metabolitos obtenidos son distintos y aquí radica uno de los controles que debe realizar la microbiota para estar siempre regulada por ella misma, es el equilibrio o desequilibrio, mal llamado disbiosis de momento, de esa cantidad de bichitos que varía en función de comer edulcorantes, alcachofas o tomar un antibiótico.

         Otra cuestión es el enterotipo que tienes, que vendría a ser una especialización sobre el tipo de comida que ingieres y de ahí tu microbiota, también especializada. Hay que añadir serias enfermedades o las conocidas colonizaciónes, desequilibrio, por parte de algunos miembros de la microbiota que provocan ciertas enfermedades: diarreas, Crohn, Alzheimer, Parkinson, Fatiga Crónica, Fibromialgia, Autismo, Depresión como ves las suficientes como para tener a los mejores frente a estos estudios por la verdadera dificultad que entrañan. Una sola bacteria puede alterar el equilibrio de nuestra microbiota (CESIC Gómez) y, ya con referencia a las frutas es que la microbiota se altera en función de la edafología y las prácticas agrícolas. Aunque se sale del tema, como es parte de tu especialidad, esto viene al pelo para introducir una investigación sobre la Xylella fastidiosa, yo le hubiera puesto otro genitivo menos cariñoso y más contundente. Y es que el equilibrio entre hongos y bacterias debe ser el correcto y, con perdón de la expresión y de toda la ciencia mundial, me da lo mismo que sea en tierra, en la piel, en la vagina o en el intestino, las bacterias y hongos aprendieron a defender su Medio Ambiente, que el Medio Ambiente es uno y no solo el de los humanos que, para eso, somos muy egoístas e ignorantes. Pero nosotros podríamos ayudar a ese equilibrio y es donde entra la limpieza de bosques, demasiado ecologismo gritón y nula efectividad.

         Voy a poner un pero, en la práctica totalidad de las www, incluidas las de “especialistas” se sigue hablando de bacterias, y nada más que de ellas, obviando al resto de comensales, cuando son precisamente los que más probabilidades tienen de alterar ese equilibrio, como las levaduras ¿dije hongos? sí, una levadura es un hongo al que no se le conoce su reproducción sexual. Una levadura es comensal, saprófita, pero por aquello del arte de birli birloque se puede convertir en un hongo y generarte graves problemas de salud. Candida albicans es la más estudiada, no la única, invade todo aquello que se le deje libre, antibióticos, trasplante, quimioterapia, SIDA, hepatitis o estrés hasta llegar a las placas de Peyer y…, perdón es otro tema, pero enlaza con el anterior, en la práctica agrícola existen fungicidas, casi ningún bactericida. El problema es el mismo pero con distintos microorganismos. Fíjate si estamos atrasados que se venden bactericidas contra el moho gris.

         Pero este tema es un fallo occidental a nivel médico y científico; catastrófico. Bacterias, contaminación; bacterias, enfermedad; bacterias, infertilidad; bacterias y nada más que bacterias y, tanto lo repetimos que nos hemos olvidado de los hongos. Las bacterias son enemigos acérrimos de los hongos, pueden convivir con serias dificultades, siempre que el hongo no sea agresivo ya que se defiende mediante penicilina de las bacterias igual que las bacterias de los hongos con sus bacteriocinas. Sin embargo, este mundo occidental, sólo se ha preocupado de eliminar a las bacterias con lo cual desequilibramos nuestra biota de la piel, de la boca, del intestino y de los genitales y ¿los hongos? bueno a veces te dan un fungicida, especialmente si eres mujer y te han recetado un antibiótico y, a sabiendas de este proceso ¿por qué somos tan ignorantes, es más suave decir negligentes? El cloro en el agua para beber no está mal, sin embargo, cuando llega en exceso mata las bacterias y los hongos se defienden con sus fórmulas mágicas antiestrés, las que le sirven para eludir la lisis por los macrófagos, chaperonas. Una vez pasado el peligro hay desequilibrio bucal que, con probabilidad manifiesta, nos provocará una caries, quizás una endodoncia con amalgama de mercurio y empezamos otro serio problema de salud ¿Sea quizás mejor inyectar también flúor?

         Los ayuntamientos están tomando unas decisiones que sólo atañen al consumidor. Si vamos con tanto control quizás llegue el día en que abramos el grifo y diga uno: ¡Mamá hoy toca puré de lentejas! pero del verdadero control “medioambiental” el que debería ejercer el ayuntamiento es el de la limpieza ¿consideras limpio que los perros puedan mear y cagar en las aceras y yo sea multado por escupir? y que todas esas bacterias sean introducidas en casa con los carritos de la compra, el de los bebés o los zapatos de cada uno ¿De qué higiene hablamos? ¿No es esto una negligencia pura y dura de todos los alcaldes de las ciudades a cambio de votos? Fíjate como los caballos que tiran de las calesas llevan su “paquete”.

         JM Mulet te quejas del tema de la limpieza, higiene, es para mí la parte más importante e interesante ya que como ex experto en Seguridad Alimentaria, Ingeniero especialista en Industrias Agroalimentarias, debo darte la razón. Siempre procuré que los alimentos, elegidos y controlados por mí, desde su cultivo a la cosecha y los tratamientos posteriores hasta que salen a la cadena alimentaria. En esta parte de la cadena, y recuerdo los pepinos de Almería como buen hacer de otros técnicos, tampoco hemos dejado entrar los huevos contaminados, somos muy cuidadosos en esa manipulación de la que depende la salud de muchas personas diariamente, quizás hasta 50.000 por mi parte, no 20 como otros profesionales, y mi responsabilidad es que dichos alimentos lleguen procesados con la mejor técnica y salubridad posible.

         ¿Nos quejamos del envasado plástico? por supuesto que sí, y soy el primero en denunciarlo como soy el primero en denunciar a las mujeres, también hay hombres aunque los menos, que en la compra tocan todas las frutas y todas las barras de pan para elegir, siempre, la primera que tocaron. Muchas veces he tenido ganas de tocar esa barra de pan elegida para decirle a la señora que si ella toca todas las barras expuestas yo tendré derecho a tocar la suya. Pero yo no como pan, soy educado y me callo. Además algún supermercado es cliente mío. Así nos transmitimos la gripe, constipados y vete a saber qué otros microbios pero seguro que cien veces más probabilidades que por la contaminación por fruta o verdura. No te critico ni achaco nada, relato mi vida en los supermercados e inspecciones en hoteles.

         Otra cosa que hacen es mojarse los dedos para coger la bolsa de plástico, en mala hora se inventaran, con lo contaminante que es la saliva: 80 millones en un beso, se dice morreo pero queda muy basto. Y la charcutera también se moja los “guantes” para coger la susodicha bolsita, eso sí, son guantes desinfectados que acaba de utilizar en la reposición de decenas de botellas de leche o zumo y, con ellos, te va cogiendo el jamón serrano loncha a loncha. O bien se restriega los mocos contra el antebrazo. Supongo que algún carnicero también es de armas tomar.

         ¿Puedo discutirme a mí mismo? gracias. Ahora como persona y enfermo crónico no estoy de acuerdo, tengo otras perspectivas. Me gusta ir al campo, a mis antiguos clientes, a comer fruta sin lavar y contaminarme con ella. Si por la casualidad me toca enfermar lo deberé aceptar pero creo que el cuerpo, nuestra microbiota, debe presentar batalla a los patógenos que nombras, es su obligación, es nuestra primera barrera del Sistema Inmunitario, sí digo bien y lo nombro en mi libro, “Una teoría Atrevida” Pág 123, con sus bacteriocinas y otros medios defensivos (Septiembre 2016, Volumen 3, Número 3 , pp 270-286. La Microbiota, la Inmunorregulación y la Salud Mental: Implicaciones para la Salud Pública; The Microbiota, Immunoregulation, and Mental Health: Implications for Public Health, Topical Collection on Early Life Environmental Health).

         La saliva es en sí misma un portento en la defensa de los microorganismos que ingerimos, mantiene la salud bucal y general, participa en la lubricación, acción antimicrobiana, tampón del pH de la cavidad bucal y la placa dental, remineralización y protección contra la desmineralización ¿para qué el flúor en el agua si queda científicamente explicado?, masticación, formación del bolo alimenticio, deglución, digestión, gusto y lenguaje, siempre y cuando mastiquemos e insalivemos correctamente, que esta es una de las funciones de la masticación, ensalivar para defendernos de microorganismo que nos introducimos en la boca:  prolina, alfa-amilasa salival, mucinas, aglutininas, cistatinas, histatinas, transferrina, lactoferrina, muramidasa o la estaterina que se carga tanto a hongos como a bacterias, así hasta 900 proteínas. Tiene incluso opiáceos para eliminar el dolor al morder lo que puede representar una de las sensaciones de placer al comer, con todo ello quiero decir que la naturaleza ya sabe que el peligro está ahí fuera desde antes que existiéramos, no hemos inventado nada nuevo.

         “El exceso de higiene desentrena nuestro sistema inmune…”. Mi particular teoría es que en base a pequeñas infecciones diarias, autovacunación, nuestro Sistema Inmunitario está informado de los posibles patógenos que pueden perjudicarnos. En esta microbiota tan exigente tenemos especies saprófitas emparentadas con cepas o especies patógenas. La E. Coli fue la causante de las muertes por soja fermentada, no los pepinos de Almería, pero la cepa era distinta. Defensores de ello son: Michael Pollan o Justin Sonnenburg que dice: “Trastornos en nuestro ecosistema interno - una pérdida de la diversidad o la proliferación de la especies "equivocadas" de microorganismos - nos pueden predisponer a la obesidad y toda una serie de enfermedades crónicas, así como algunas infecciones. " trasplantes fecales ". Mayo de 2013.” Vayamos lo más atrás que podamos.

         El mejor medio de contaminación se produce en el canal del parto, no precisamente por cesárea, y esta contaminación debe ser seguida por el suministro del calostro materno en no más de una hora, según la OMS, para continuar con la infección y que la microbiota, con algunas de sus bacterias al frente, ponga en marcha el Sistema Inmunitario inmaduro del bebé. La leche materna tiene oligosacáridos que el bebé no puede utilizar por lo que, en principio, parecería un desperdicio energético. Sin embargo, en el intestino del bebé, existen las Bifidobacterium infantis, esas u otras especies que se anuncian tanto, que utilizan los oligosacáridos fomentando la integridad del epitelio, el revestimiento de los intestinos, que juega un papel crítico y que nos protege de la infección y la inflamación, simultáneamente, desplazan a otras bacterias no deseadas.

         Quizás tengas noticias de este estudio sobre la defensa de los bebés correctamente infectados, incluso hayas podido participar: Área de Genómica y Salud de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (Fisabio) -dependiente de la Generalitat-, la Universidad de Linköping (Suecia) y el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA), perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Yo añado, es lo que afirmo en mi libro, que es muy probable que el autismo o la depresión puedan ser parte de esa incorrecta infección en el canal del parto, podríamos discutir a Laura Basagaña, Grupo de Biología Funcional de Bacterias Lácticas (CSIC) o el estudio de N. Chevalier, Laboratorio de Materia y Sistemas Complejos de la Universidad Diderot de París, Plos One sobre la capacidad de conectarse a la pared del intestino y antes de hacerlo al complejo del Sistema Nervioso Entérico. En mi libro, Una Teoría Atrevida, ya explico en el primer capítulo, “Hace 1.500 millones de años”, que el cuerpo animal se desarrolla alrededor de ese tubito que describe Chevalier y me da a entender que es bastante independiente del resto del cuerpo. Ya en el feto el intestino tiene movimientos peristálticos autónomos.

         Podría continuar con Emeran Mayer, Rob Knight o mi buen amigo Sarkis Mazmaniam del que aprendí muchas cosas, pero esto sería interminable.

         Es decir, estamos en continua infección a lo largo de nuestra vida y debemos seguir estándolo. Una de las mejores reinfecciones es la producida por el Kéfir, al cual se le lava y se le mima. No, grave error, el Kéfir nunca se debe lavar. Durante 10.000 años permaneció colgado de ramas de árboles en Bulgaria, metido en pellejos de cabra. Se tomaba la ración diaria y se reponía con leche fresca recién ordeñada, cruda, no creo que conocieran la pasteurización.

         El Kéfir es una fermentación de la lactosa, produce alcohol, y digestión de la caseína de la leche. Mejor realizarlo con leche cruda, las bacterias y hongos de los nódulos se encargan de realizar la desinfección correspondiente. En el Kéfir se plantea la misma batalla que en el intestino, las bacterias y hongos deben luchar por su Medio Ambiente y tornarlo hostil frente al enemigo, bien mediante la emisión de bactericidas o fungicidas, bien acaparando todo lo fermentable y no dejando que los patógenos puedan evolucionar y contaminarlo.

         Sí, es cierto y debo darte la razón, no es lo mismo el proceso natural de un bebé o el mío particular que elijo con conocimiento o bien prevenir mediante la técnica adecuada una infección por una mayonesa contaminada como ocurría cada verano en los chiringuitos o restaurantes de algunas zonas donde morían algunas decenas de personas.

         ¿Y el queso? Muy bueno, demasiado pasteurizado para mi gusto. No sabría decir con claridad, sin conocer los tipos de quesos de los que habla, pero podríamos estar ayudando a la introducción de algunos hongos en el intestino de los Penicilium, P roqueforti, P camenberti y algunos otros, perdona que no los recuerde. Lo que me llama la atención es que el queso de Cabrales está fermentado por el P roqueforti y no se habla de la paradoja asturiana. Existen numerosos estudios sobre la bondad del queso, lo que ocurría anteriormente es que se analizaban sus componentes unitarios y hoy se realiza en su conjunto unitario ¿Recuerdas el estudio del jamón serrano y la cerveza sin alcohol en un convento de Extremadura? Pues se realizó el mismo estudio en Dinamarca con el queso y se rebajó el colesterol LHL y se aumentó el HDL. Conste que no estoy de acuerdo con el colesterol bajo, podría provocar Alzheimer, ni a favor de las estatinas, menudo veneno, pero hay que vender, es lo que hay.

         Este principio en lo unitario, farmacología, o en el todo, fitoterapia, es la diferencia en que algo te haga pupa o te cure sin efectos secundarios.

         En cuanto al vino mi madre bebe a diario su buen rioja, por supuesto, y va a cumplir 99 años en un mes, con la mente clara. Mi madre frente a la ciencia es una anécdota desde luego y quizás yo sea otra.

         Saludos con afecto,

         Eduardo Casasnovas Susanna, el cultivador de lechugas,

         Palma de Mallorca, 9 de Septiembre de 2017.

UNA TEORÍA ATREVIDA.

EDUARDO CASASNOVAS SUSANNA.

LIBRO EN PAPEL Y DIGITAL: http://eljardindeloscuriosos.com/?a=libro&id=702&tag=una-teoria-atrevida

 

LA CESÁREA, LA FIBROMIALGIA Y LA FATIGA CRÓNICA 

         ¿Es este un proceso desconocido por algunos obstetras o bien debemos asignarlo a un afán desmedido de lucro e insensatez? Prefiero no saberlo.

         En varios escritos: “EL BIOMA HUMANO, ESE DESCONOCIDO Y AGRADECIDO AMIGO (1ª, 2ª y 3ª parte)” en esta misma página, a continuación, escribo sobre cómo se transfiere el bioma de una madre a su hijo. Inicialmente en el canal del parto el bebé recibe casi todos los microorganismos que va a necesitar para su vida posterior.

         El bebé durante el parto sufre esa infección de manera que pone en marcha muchos y variados mecanismos. El primero es la conformación de la futura biota humana, o microflora, al gusto del lector. Esta biota se irá conformando con la del pecho de la madre, motivo por el que dar de mamar es vital para los bebés y contacto con el resto de la familia, padre, hermanos, abuelos y animales que convivan en la casa con la familia.

         Esta biota será la encargada, de por vida, de la digestión de la persona que la recibe. A veces pensamos que un niño enfermizo lo es porque sí, porque no hace nada, ni tan siquiera pasear. Eso no es cierto. Muchos, la mayoría de estos niños no tienen la biota en condiciones y no les defiende de las infecciones más corrientes y comunes que nos afectan a todos los humanos: la gripe, un simple resfriado o más serias bacterias de diarreas o de ataques neurológicos. Porque es otra parte importante de la infección por parte de la madre en el canal del parto.

         Sí, la biota pone en marcha todo el sistema defensivo del organismo, el Sistema Inmunitario, de todos los animales que tenemos biota, no necesariamente seremos solo los humanos, no, los mamíferos en general también, aves e incluso insectos o ¿usted cree que las hormigas comedoras de madera digieren la celulosa? Pues no, lo hacen unas bacterias por ellas, bacterias que están en los estómagos de la mayoría de seres vivos, aunque hay excepciones como en algunos tipos de oruga que la microbiota depende de lo que están comiendo en ese momento y no es residente en el intestino del animal.

         El Sistema Inmunitario al nacer es completamente inmaduro y algunos tipos de bacterias, inoculados a través del canal del parto, se encargan de mandar órdenes para que el Sistema Inmunitario se ponga en marcha. No solo ello, también actuarán contra incipientes infecciones por comidas infestadas o en mal estado, impidiendo que las bacterias patógenas, las que nos pueden causar algún tipo de infección, no atraviesen la pared intestinal. Como os digo en mi libro: Una Teoría Atrevida, Capítulo V. Nuestro Intestino ¿Un Órgano Inmunitario? en dos páginas distintas escribo lo siguiente:

         (Pág. 97) El Sistema Inmunitario Intestinal es el primero que se forma en el cuerpo humano y lo hace a partir de la infección vía materna, a través de su paso por el canal del parto. Esta primera defensa será la encargada de activar y desarrollar convenientemente nuestro Sistema Inmunitario Celular ya que, al nacer, es inmaduro. Algo que veremos un poco más adelante, de ahí la necesidad de mantener un buen equilibrio de nuestra biota intestinal como regalo a los recién nacidos, para su salud y equilibrio.

         En la página 123: Por todo le expuesto considero que tenemos un solo Órgano Inmunitario compuesto por el Sistema Inmunitario Intestinal como primera barrera y el Interno o Celular como segunda…”

 

         (Pág 99) Esta nueva comunicación puede representar un serio peligro: mayor nivel de colesterol, aumento de la tensión, gases, cansancio, dolores de cabeza, problemas inespecíficos que te van minando y no entiendes que llevando la misma alimentación ya no te encuentres como antes.

Deduzco, por tanto, que una serie de diversas enfermedades infantiles pueden venir de esta falta de comunicación, de una insuficiente infestación e incluso que sea deficiente por diversos motivos, entre ellos el parto por cesárea.

         El bioma provoca la especialización del tejido linfoide de la mucosa del intestino y le dirá a los linfocitos T quién forma parte de “MI OTRO YO” por lo que el resto será “NO YO”, lo digestible. Estas primeras bacterias alojadas formarán su medio ambiente y dejarán que se instalen otras nuevas a medida que variamos la comida. Esta es la razón por la que se debe cuidar la infección de los neonatos. Igual que se genera una célula de memoria para las agresiones, cabe la posibilidad de que se genere una célula de memoria para el reconocimiento de los microorganismos asentados como comensales en nuestro intestino. Cuando estas células de memoria son eliminadas, dañadas o sufren un cambio en su ADN, evidentemente epigenético, puede resultar el principio de los ataques autoinmunes al intentar eliminar una especie anclada en la pared intestinal, cuyo ataque continuará, aún incluso habiendo sido eliminado “el supuesto enemigo”, contra las proteínas de anclaje y reconocimiento de esa especie en particular.

         Las evidencias científicas son innumerables y demasiado evidentes en este sentido. Hoy día y según preconizo en el libro ya se encuentran artículos que hablan de la implicación de esta biota o microbiota en diversas enfermedades de todo tipo: Parkinson, Alzheimer, Autismo todas las intestinales y, por supuesto, SQM, Fatiga Crónica, Fibromialgia o Fibroniebla y Encefalitis como derivadas de las anteriores.

         Voy otro poco más allá ya que la biota pasará a formar parte del Sistema Nervioso al entrar en comunicación con el cerebro, lo que la gente llama “el segundo cerebro” y yo entiendo que es el primero y que de él se escindió el de la cabeza y migró; es otra disquisición metafísica mía particular.

         (Pág. 107) Nuestro Sistema Nervioso Entérico (Intestinal) está formado por infinidad de neuronas que funcionan autónomamente, no necesitan que el “Tirano” les diga nada. Y aquí se sintetizan más neurotransmisores que en el cerebro: Dopamina, 50%, noradrenalina y serotonina, 90%, fundamentales en el desarrollo y defensa de estas enfermedades. A su vez elabora las benzodiacepinas, endorfinas y encefalinas, que son los calmantes naturales del cuerpo.

          Daros cuenta del fracaso al que se le puede someter a un bebé sin su bioma correcto. No duerme, tiene dolor, todo el día llora y nunca nadie sabe lo que tiene. Lástima de ciencia. Cuando sea mayor se enfrentará a situaciones difíciles con su cuerpo, no sabe defenderse y la infinidad de enfermedades asociadas a este sencillo hecho son tremendas:

         (Pág. 107) La Dopamina es la encargada de la motilidad del intestino, función cardíaca y vasodilatación, la función renal y sin ella RETENEMOS LÍQUIDOS, regula la inhibición o liberación de la ADRENALINA Y NORADRENALINA, regula los VASOS SANGUÍNEOS PULMONARES. La ausencia de Serotonina influye en los procesos inflamatorios como en los casos de Fatiga Crónica y Fibromialgia. A todo esto,  en nuestro intestino, la microflora es capaz de sintetizar benzodiacepinas endógenas que sí atraviesan la barrera hematoencefálica actuando sobre el Sistema Nervioso Central produciéndonos efectos MIORELAJANTE, ANSIOLITICO, SOMNÍFERO, ANALGÉSICO, e inhiben el ESTRÉS actuando sobre los receptores Gaba. Y sólo como adelanto, con los receptores opiodes junto a la serotonina intestinal se comprueba que, en su deficiencia, aparecen los procesos inflamatorios intestinales así como en la Fibromialgia y la Fatiga Crónica. ¿Procesos autoinmunes? Por supuesto que sí.

         Y la pregunta es ¿a qué viene esta exposición con “la cesárea? Bastante sencillo y evidente. En una cesárea un bebé no atraviesa el canal del parto por tanto, es más que evidente, no se infectará de las bacterias necesarias para iniciar una vida normal, tanto en el tema digestivo como en el tema Inmunitario. Claro que algunos médicos se dieron cuenta de ello por lo que en las cesáreas infectan con una gasa a los bebés mojada en la vagina de la madre. Sin embargo la OMS es clara al respecto y no calla las verdades del barquero:

         “De hecho, en las últimas décadas se están produciendo dos fenómenos que discurren en paralelo con cada vez más evidencias que los relacionan. Por un lado, el número de partos por cesárea no deja de aumentar. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), solo entre el 10% y el 15% de los nacimientos exigen esta intervención para proteger la salud de la madre o del bebé. Sin embargo, la cifra real de partos quirúrgicos es mucho mayor. En España, en 2013, el 27,3 de los nacimientos fueron por cesárea. En otros países, el porcentaje es aún superior. En Colombia, la tasa es del 43,4% y en México sube hasta el 46,2%. Pero el caso más extremo de América es el de Brasil, con el 55,6% de los partos programados.”

         Quien organiza el parto es un médico, quien decide la cesárea es un médico nunca es la parturienta o paciente. Con lo leído en “Una epidemia de cesáreas innecesarias en México” y lo que dice la OMS, con el dinero que se pone de por medio entre cesárea y parto natural, algo excesivamente obvio, teniendo en cuenta mi exposición sobre los efectos beneficiosos de la biota, microbiota o flora bacteriana ¿Qué capacidad de decisión puede tener un médico para condenar a un recién nacido a vivir sin lo más esencial del ser humano como es su primer defensor y generador del Sistema Inmunitario?

         “Parto pues de esta premisa: a lo largo de la Evolución nuestras bacterias comensales, de una manera, hoy parcialmente averiguada, introducen sus sistemas de defensa en el cuerpo del animal y éste, por una necesidad apremiante, lo adquiere, admite, imita y regula, ¿Cómo? Mediante la emisión de moléculas que le incitan a la puesta en marcha de este nuevo Sistema Inmunitario Celular Interno cada vez que nace un nuevo ser. Aún así y todo, continúa dependiendo del Sistema Inmunitario Intestinal para su desarrollo y supervivencia, no lo elimina ni sustituye por el nuevo. Son complementarios. Aquí vemos claramente una comunicación entre “nuestras bacterias” y el Sistema Nervioso Mesentérico o “segundo cerebro”. La prueba más palpable de todo lo expuesto es que los animales, a los que se les esteriliza toda su biota o flora bacteriana, mueren.”

Y el siguiente párrafo es bastante revelador, y hasta espeluznante, con respecto a los antibióticos:

         “(Pág. 98) En las pruebas realizadas con animales se demuestra que los tratados con antibióticos intensamente suelen morir de una infección aguda, cosa que no ocurre en los que disponen de una biota correcta ya que responde su Sistema Inmunitario Celular.”

         Es una idea que subyace en mi semiinconsciente ¿Cabe la posibilidad que esta nueva cantidad desmesurada de partos sea el principio de tanto Autismo, fibromialgia, Fatiga Crónica, SQM y otra serie de enfermedades relacionadas con el Sistema central.

         Esta idea mía la podéis seguir en los artículos de “EL BIOMA HUMANO”, aquí en la misma página.

 Eduardo Casasnovas Susanna, El cultivador de lechugas.

         29 de Agosto de 2017; Palma de Mallorca.

 

 

https://www.nytimes.com/Una epidemia de cesáreas innecesarias en Mexico

Niños nacidos por cesárea reciben bacterias vaginales de su madre

Los bebés españoles reciben un 50% más de antibióticos que los alemanes

Trastornos en el sistema inmune que incapacitan para las relaciones sociales

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La vida se empezó a complicar hace 1.560 millones de años

Los microbios de tu estómago afectan a tu salud mental

UNA TEORÍA ATREVIDA.

EDUARDO CASASNOVAS SUSANNA.

LIBRO EN PAPEL Y DIGITAL: http://eljardindeloscuriosos.com/?a=libro&id=702&tag=una-teoria-atrevida

EL BIOMA HUMANO, ESE DESCONOCIDO Y AGRADECIDO AMIGO (1ª, 2ª y 3ª parte)

 

Como siempre en cursiva lo que ya está publicado. Las páginas se refieren a la edición escrita. 

         Cae en mis manos un artículo sobre el problema de los antibióticos en los neonatos, recién nacidos, y yo debo traducir lo mismo para los adultos y que ya escribí en mi libro, Una Teoría Atrevida.

          Dice una frase del artículo: “La destrucción de las bacterias de la flora intestinal conlleva que el sistema inmune no se desarrolle completamente, incrementándose así el riesgo de morir por neumonía.”

         Yo escribí lo siguiente, os hablo de 2014: Capítulo V. NUESTRO INTESTINO: ¿UN ÓRGANO INMUNITARIO? Este primero es un párrafo que he tenido que introducir con calzador para dar pie a mis explicaciones:

(Pág. 95) El Sistema Inmunitario Intestinal utiliza toda una serie de moléculas de las que ya hemos hablado, bacteriocinas, glicoproteínas, de cada una de las bacterias del bioma humano que impedirán la infestación del intestino por algún patógeno. Vuelvo a recordar que para que una infección se lleve a cabo con efectividad, debe realizarse un amarre a la pared del intestino para entrar como patógeno en el propio organismo o, como segunda posibilidad, por la emisión de ciertas gliotoxinas, para lo cual también debes estar anclado a la pared del intestino.

Muy bonito, pero hay algo anterior, la infección por parte de la madre del neonato a través del canal del parto mediante las bacterias que le acompañarán el resto de su vida, siempre y cuando no las mate o maltrate. Otra cosa anterior a lo que hablamos, está en el libro, es que ya distingo dos Sistemas Inmunitarios, uno interno como tal conocido y el externo o bioma intestinal:

(Pág. 97) El Sistema Inmunitario Intestinal es el primero que se forma en el cuerpo humano y lo hace a partir de la infección vía materna, a través de su paso por el canal del parto. Esta primera defensa será la encargada de activar y desarrollar convenientemente nuestro Sistema Inmunitario Celular ya que, al nacer, es inmaduro. Algo que veremos un poco más adelante, de ahí la necesidad de mantener un buen equilibrio de nuestra biota intestinal como regalo a los recién nacidos, para su salud y equilibrio.

Parto pues de esta premisa: a lo largo de la Evolución nuestras bacterias comensales, de una manera, hoy parcialmente averiguada, introducen sus sistemas de defensa en el cuerpo del animal y éste, por una necesidad apremiante, lo adquiere, admite, imita y regula, ¿Cómo? Mediante la emisión de moléculas que le incitan a la puesta en marcha de este nuevo Sistema Inmunitario Celular Interno cada vez que nace un nuevo ser. Aún así y todo, continúa dependiendo del Sistema Inmunitario Intestinal para su desarrollo y supervivencia, no lo elimina ni sustituye por el nuevo. Son complementarios. Aquí vemos claramente una comunicación entre “nuestras bacterias” y el Sistema Nervioso Mesentérico o “segundo cerebro”. La prueba más palpable de todo lo expuesto es que los animales, a los que se les esteriliza toda su biota o flora bacteriana, mueren.

Y el siguiente párrafo es bastante revelador, y hasta espeluznante, con respecto a los antibióticos:

(Pág. 98) En las pruebas realizadas con animales se demuestra que los tratados con antibióticos intensamente suelen morir de una infección aguda, cosa que no ocurre en los que disponen de una biota correcta ya que responde su Sistema Inmunitario Celular.

Como veis la diferencia es abismal, a unos se nos da la capacidad innata de la defensa y a otros no tanto. Pero al tomar antibióticos estás desplazando el equilibrio de tu bioma y, si la ingesta es prolongada, probablemente pierdas ese equilibrio. Dr Ferrer del CESIC: nuestro intestino sufre cambios en la biota a partir del cuarto día de tomar antibióticos, pero muchos de ellos pueden ser reversibles. Sin embargo a partir del undécimo día, los cambios ya no son tan reversibles y, en ese momento, otros microorganismos toman el control y establecen un nuevo sistema de comunicación entre el intestino y el hígado.

A continuación párrafo y medio que aclara algunas cosas de las que siempre hablamos:

(Pág 99) Esta nueva comunicación puede representar un serio peligro: mayor nivel de colesterol, aumento de la tensión, gases, cansancio, dolores de cabeza, problemas inespecíficos que te van minando y no entiendes que llevando la misma alimentación ya no te encuentres como antes.

Deduzco, por tanto, que una serie de diversas enfermedades infantiles pueden venir de esta falta de comunicación, de una insuficiente infestación e incluso que sea deficiente por diversos motivos, entre ellos el parto por cesárea.

Aquí debería introduciros en una serie de disquisiciones microbiológicas que se salen de mis intenciones, pero en el libro tenéis todo el desarrollo. Se trata de que gracias a la emisión de moléculas específicas y precisas, por parte de ciertas bacterias, se activa nuestro Sistema Inmunitario, por lo tanto la salud de la madre, en este aspecto, es de vital importancia. Tengo algunas dudas con respecto al bioma ya que alguna de sus especies, como Bacteroides fragilis, es identificada como patógena en muchas enfermedades y, sin embargo, es considerada por otros como uno de los iniciadores del Sistema inmunitario ¿Podría compartir una doble misión? Si como dicen unos es patógena y como dicen otros es necesaria ¿podría actuar como policía en las infecciones y por ello se encuentra en todos los fregados? Es hasta capaz de destruir los antibióticos con lo cual su resistencia es numantina.

Esta y similares bacterias ¿podrían actuar como un primer ataque a otros patógenos y acompañarlos hasta la destrucción de la infección? Y si destruyen los antibióticos ¿serán de las bacterias que hace 1.500 millones de años empezaron a formar el Sistema Inmunitario después de convertirse en comensales? Para entender este doble juego de algunas especies de bacterias tenemos que ir a la pregunta que se realiza toda la ciencia ¿Por qué no nos autodigerimos, ataque autoinmune? Esto viene de hace 1.500 millones de años, es el primer capítulo del libro “Una Teoría Atrevida”, en el que las bacterias se empezaron a asentar en un “tubito” que conformó un primer ser viviente compuesto. Hay un artículo reciente que data a este ser del año 1.560 millones ¿Qué curioso que solo me haya equivocado en 60 millones? Cálculo estimativo.

En aquel entonces ya se estableció un acuerdo: “MI YO”, lo que veo en el espejo, y “MI OTRO YO”, el bioma de mi intestino, el resto es “NO YO”, lo digestible. Pues resulta que, si en el parto, el neonato recibe todas las bacterias posibles pone en marcha un mecanismo de reconocimiento para cada una de las especies que forman el bioma, un momento:

El bioma provoca la especialización del tejido linfoide de la mucosa del intestino y le dirá a los linfocitos T quién forma parte de “MI OTRO YO” por lo que el resto será “NO YO”, lo digestible. Estas primeras bacterias alojadas formarán su medio ambiente y dejarán que se instalen otras nuevas a medida que variamos la comida. Esta es la razón por la que se debe cuidar la infección de los neonatos. Igual que se genera una célula de memoria para las agresiones, cabe la posibilidad de que se genere una célula de memoria para el reconocimiento de los microorganismos asentados como comensales en nuestro intestino. Cuando estas células de memoria son eliminadas, dañadas o sufren un cambio en su ADN, evidentemente epigenético, puede resultar el principio de los ataques autoinmunes al intentar eliminar una especie anclada en la pared intestinal, cuyo ataque continuará, aún incluso habiendo sido eliminado “el supuesto enemigo”, contra las proteínas de anclaje y reconocimiento de esa especie en particular.

Lo que dicen en el artículo de los neonatos:

Más concretamente, las bacterias presentes en el microbioma intestinal desencadenan la producción de células linfoides innatas del grupo 3 (CLI-3), células que actúan como centinelas y que, en caso de necesidad, migran a la mucosa de los pulmones para producir una proteína que, denominada ‘interleucina 22’ (IL-22), se presenta como la señal clave para activar la respuesta inmune ante una infección.

Pero este bioma no se conforma solo con los pulmones, también con el cerebro (ver enlace), la digestión, si no que actúa en varios niveles, hoy por hoy, sorprendentes:

(Pág. 107) Nuestro Sistema Nervioso Entérico (Intestinal) está formado por infinidad de neuronas que funcionan autónomamente, no necesitan que el “Tirano” les diga nada. Y aquí se sintetizan más neurotransmisores que en el cerebro: Dopamina, 50%, noradrenalina y serotonina, 90%, fundamentales en el desarrollo y defensa de estas enfermedades. A su vez elabora las benzodiacepinas, endorfinas y encefalinas, que son los calmantes naturales del cuerpo.

Daros cuenta del fracaso al que se le puede someter a un bebé sin su bioma correcto. No duerme, tiene dolor, todo el día llora y nunca nadie sabe lo que tiene. Lástima de ciencia. Cuando sea mayor se enfrentará a situaciones difíciles con su cuerpo, no sabe defenderse y la infinidad de enfermedades asociadas a este sencillo hecho son tremendas:

(Pág. 107) La Dopamina es la encargada de la motilidad del intestino, función cardíaca y vasodilatación, la función renal y sin ella RETENEMOS LÍQUIDOS, regula la inhibición o liberación de la ADRENALINA Y NORADRENALINA, regula los VASOS SANGUÍNEOS PULMONARES. La ausencia de Serotonina influye en los procesos inflamatorios como en los casos de Fatiga Crónica y Fibromialgia. A todo esto,  en nuestro intestino, la microflora es capaz de sintetizar benzodiacepinas endógenas que sí atraviesan la barrera hematoencefálica actuando sobre el Sistema Nervioso Central produciéndonos efectos MIORELAJANTE, ANSIOLITICO, SOMNÍFERO, ANALGÉSICO, e inhiben el ESTRÉS actuando sobre los receptores Gaba. Y sólo como adelanto, con los receptores opiodes junto a la serotonina intestinal se comprueba que, en su deficiencia, aparecen los procesos inflamatorios intestinales así como en la Fibromialgia y la Fatiga Crónica. ¿Procesos autoinmunes? Por supuesto que sí.

¿Qué nos ocurre? que estamos dejando de reconocer a nuestro “OTRO YO” porque no es el mismo con el que hemos convivido durante toda la vida, por alguna razón ha cambiado y nos genera malas digestiones, ataques alérgicos con lo que comemos y hasta los ataques autoinmunes. Esa comunicación establecida al nacer se ha roto, hemos perdido nuestras células de reconocimiento. En los momentos iniciales se estableció una comunicación molecular entre nuestra biota y el segundo cerebro, que en aquel entonces era única. Se estrechan los lazos, la unión es indisoluble y el 95% de nuestro ADN pertenece a la biota, no es nuestro pero somos nosotros. ¿Cómo vamos a estudiar enfermedades teniendo sólo en cuenta nuestro 5 por ciento del ADN?

Hay otra parte maravillosa de este mundo oculto ¿Cómo sabe el organismo que una especie en concreto está evolucionando demasiado? O por el contrario, cuando merma. Para ello en el intestino se produce una especie de Naciones Unidas:

(Pág. 110) Las bacterias hablan entre ellas ¿más difícil de creer? Pues es una constatación científica que no se queda ahí, cada especie científica de microorganismo tiene un reconocimiento individual de sí misma, tienen un idioma propio y único. Este idioma tiene un lenguaje químico y mediante estas moléculas que emiten y recepcionan, de otras bacterias de su misma especie, en puntos concretos de su citoplasma, su piel para que me entendáis, mantienen una comunicación vital. Una de las primeras cosas que aprendimos de ellas es que, cuando están en cantidad suficiente actúan, nunca antes. Este es el llamado Quorum Sensing, que os explico en otros párrafos, y consiste esencialmente en que cuando una cantidad suficiente de moléculas son liberadas en donde se encuentran nuestros bichitos, comienza algo.

(Pág. 111) Con ese Quorum o concentración las bacterias, los virus u hongos que tenemos dentro de nuestro organismo saben que son suficientes para invadirnos, para causarnos una infección o, como en el caso de los mini calamares de Hawái, para emitir luz fluorescente desde dentro de su cavidad abdominal para no ser comidos, mientras cazan de noche. La luz que reflejan, desde su barriga, hacia abajo los hace figurar como estrellas para el predador que está en la arena. Romántico y eficaz. Al amanecer el pérfido amante expulsa a la mayoría de bacterias de manera que, al no tener Quorum no emiten luminiscencia. Ellas como son así, se lo perdonan y a lo largo del día vuelven a reproducirse de manera que al anochecer ya han alcanzado el Quorum y se enciende la barriga farola del mini calamar ¿Quién le ha dicho al calamar que tiene que expulsar a las bacterias al amanecer? La evolución indudablemente.

Y aquí un hecho importante en el desarrollo de la comensalía. Para entrar en el calamar las bacterias deben saltarse una barrera mucosa desinfectante y sólo la Vibrio fischeri, la bacteria que se ilumina de noche al alcanzar el Quorum Sensing, es capaz de hacerlo. Existe por tanto un mutuo reconocimiento y el calamar le dice a la “Señora Vibrio”: aquí tiene las llaves de mi casa y cuidado con la alarma”. ¿Qué diferencia existe con el reconocimiento intestinal? Ninguna.

Como siempre en esta vida se organizan bandos, por desgracia, y un bando acaba por atacar al otro, tendrás retortijones, algunos dolores y, con suerte, alguna irritación intestinal:

(Pág. 112) Mientras ocurren estas peleas te tomas un antibiótico para ayudar. Pero amigo mío, alguna especie de nuestra biota se aprovecha para ganar espacio y obtener mayor superficie en el intestino. Y posiblemente no lo hace de manera limpia, aquí también hay juego sucio, se aprovecha de que sus vecinas están en la pelea, o maltrechas por el antibiótico, para desplazarlas con sus armas; es un ataque traidor. La biota se ha desplazado e inmediatamente deberíamos volverla a llevar a su sitio.

(Pág. 113) Supongamos que una bacteria o levadura empieza a dominar un espacio demasiado grande, su densidad molesta a las demás sin dejarlas realizar bien su correspondiente trabajo. Las bacterias controladoras irán a realizar una limpieza. En principio todo correcto. Pero aquí pueden suceder infinidad de combinaciones. El bioma dispara la alarma y el Sistema Inmunitario Celular controla la situación, pero en algunas zonas hemos perdido el equilibrio y la alerta continúa, el Sistema Inmunitario vuelve a la carga. Esta situación se podría producir por una bacteria que se vuelve díscola, o por haber mutado o por alguna otra patógena que ha ocupado un sitio libre. Continúa la limpieza por parte de las moléculas adecuadas hasta que llegan a las células epiteliales del intestino. Sorpresa.

Recordáis que existe un reconocimiento implícito entre microorganismo y células intestinales mediante proteínas de adhesión. Soy tu amiga, muy bien descansa aquí. Si la eliminación de la bacteria mutada, “desequilibrada”, es efectiva, fantástico, pero ¿y si el Sistema Inmunitario Celular ataca a la proteína de reconocimiento o anclaje en la célula del intestino? ¿y si por algún despiste, genético, epigenético, mala comida, u otro intencionado, la bacteria continúa generando  su proteína? Proteína que puede introducirse en la mucina de protección hasta el epitelio intestinal e incluso atravesarlo si se ha producido permeabilización. Al ser reconocida como parte de la bacteria eliminada, el ataque continuará contra dicha proteína  y esto puede acabar por convertirse en un ataque autoinmune. También podríamos hablar de una llamada de auxilio, al segundo cerebro, con una señalización ¿opsonización? de la proteína a limpiar por parte del Sistema Inmunitario Celular, lo cual continuará siendo otro ataque autoinmune.

Pero realmente falta algo, una persona no se pone enferma así como así, siempre hay algo que lo desencadena, a corto, medio o largo plazo, dependiendo de su capacidad tóxica y de su capacidad de ser almacenado y llegue al límite crítico.

(Pág. 117) ¿Es ésta una posible causa de que estas enfermedades emergentes se den tanto en las poblaciones industrializadas? ¿Sería posible que estas enfermedades emergentes estén provocadas por proteínas procedentes de estos peces industrializados y alimentados con piensos de restos animales? Y vuelvo a una pregunta que he realizado en numeroso artículos ¿podría estar implicada una molécula llamada etoxiquina, el conservante E 324, en todos nuestros problemas? Cierto que en la mayoría, en la casi absoluta totalidad de los casos, nadie come vísceras, cerebro o espinas de salmón o panga, ya te lo dan limpio. Pero quizás deberíamos estudiar esta posibilidad. ¿Puede o pudieran ser parte de las proteínas que buscan los investigadores en las enfermedades del Sistema Central? ¿Podrían ser instigadoras o provocadoras, coadyuvantes, de las enfermedades que estamos hablando? Sí, podrían serlo.

Curioso que ya hablara del salmón y del panga hace tres años y hoy esté de moda e incluso prohibiéndolo en los comedores escolares ¿Por qué esa prohibición? ¿Tú realmente te crees que la panga no aporta nada y por eso lo retiran? ¿Y por qué  no retiran el azúcar que solo son calorías que matan, envenenan y engordan? Menudos sesudos tenemos dirigiendo la salud alimentaria.

Uno puede levantar las manos y decir: ¡Hombre te has pasado! Puede ser, pero también puede que tenga la razón:

(Pág. 118) La enfermedad de las vacas locas o Enfermedad Espongiforme. Se trata de una proteína adulterada, por así decirlo, que se presenta de forma distinta y natural en los animales. En un artículo os hablé de que la glucosa y la fructosa, dextrosa y levulosa, son como las dos manos, fiel reflejo una de la otra, pero no iguales en el espacio. Esta es la propiedad de la proteína adulterada con respecto a la que se presenta de forma habitual.

Las proteínas se reproducen a través de la replicación, pero con esta proteína no debería ocurrir, sin embargo lo hace con nefasto resultado, la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob. Esta proteína podría ser absorbida a nivel intestinal tranquilamente ya que nuestras defensas la podrían identificar como su réplica sana, o quizás que alguna se colaría por tener nosotros el intestino sucio o más permeable de lo debido. Estas proteínas en su estado normal las necesitamos para el desarrollo neuronal y unen específicamente los procesos de oxireducción con un metal pesado, el cobre, los procesos de transducción de señales, la adhesión celular. ¿Me entienden ahora cuando les hablé de los procesos celulares ocurridos hace tantos millones de años? Todos los procesos están íntimamente ligados, ya en aquel entonces se empezó a formar la estructura animal y la complejidad de las transmisiones de lo que hoy llamamos ser humano. Estos procesos son muy delicados y cualquier proteína puede causar graves daños.

Como veis las cosas pueden complicarse bastante, de hecho las voy a complicar un poco más:

(Pág. 119) Antes de acabar vuelvo a meterme en el intestino, en él tenemos a una vieja amiga y conocida por todos, la Sacharomyces cerevisae que nos fermenta el pan, la cerveza y el vino. Pues esta levadura que tocamos todos los días, transporta en sí misma esa proteína que causa la enfermedad espongiforme. ¿Por qué no nos contagiamos todos de ella? Normalmente no lo haremos por tener a la bacteria controlada ¿y si la etoxiquina liberara la proteína de la Sacharomyces? ¿Y si la Sacharomyces se pusiera a bailar al recibir un pedazo de salmón contaminado o de vaca loca? ¿Tiene la Sacharomyces la proteína desencadenante de la enfermedad de Parkinson? O quizás ¿es la inductora del Alzheimer? Se podría contestar a todas estas preguntas planteadas a través de la epigenética, si bien Sacharomyces en su estado normal sea una levadura saprofita, bien pudiera convertirse en transmisora de alguna de estas enfermedades mediante una traslocación de su ADN. Sacharomyces como tal tiene libre acceso a nuestro cuerpo y es la que podría abrir las puertas. El Caballo de Troya.

Hay más microorganismos problemáticos respecto a su actuación, como ocurre con Bacteroides fragilis, con la levadura anterior o con esta otra bacteria:

(Pág. 121) La Helicobacter pylori, helico por su forma de sacacorchos y pylori por nuestro píloro en el estómago, es una bacteria denostada causante de la úlcera péptida, cierto, y del cáncer de estómago, y también causante del mantenimiento de la acidez en el mismo, lo cual es un síntoma de buena salud. Cosas totalmente dispares. La medicina se ha empeñado en acabar, exterminar a H. pylori y lo está consiguiendo. Sin embargo la bacteria en cuestión es importante en el sistema inmune y en funciones metabólicas como la regulación de la grelina. Veamos este proceso: quedamos en que la digestión empieza con la vista, el estómago resuena vacío y, casualidad, se genera grelina. A su vez la microbiota intestinal regula el péptido YY, hormona que provoca la sensación de saciedad y cuando el estómago recibe la señal desciende la grelina y dejamos de comer. Este proceso está regulado por la H. pylori, ayudada por el resto de la biota intestinal, y el no tenerla hace que estemos más gordos.

Cuando eliminamos a Helicobacter pylori eliminamos una posibilidad de cáncer de estómago, de acuerdo, pero aumentamos el reflujo ácido que conduce a un esófago de Barret y, finalmente, acaba en un cáncer de esófago. Habrá que elegir digo yo. Y ya que tenemos el reflujo ácido tomamos ciertos medicamentos para apaciguar la bomba de protones o calmarnos con gel de aluminio. Esta neutralización de la acidez gástrica es uno de los puntos cruciales de estas enfermedades que abordaré en los siguientes capítulos.

Voy a sobrepasarme en copiar párrafos, pero van unidos, intrínsecamente unidos:

(Pág. 122) El epitelio intestinal se alimenta directamente de lo que generan cierto tipo de bacterias, Bífidus, Lactobacillus, que ayudan mediante la fermentación de vegetales produciendo ácidos de cadena corta que asimila directamente el epitelio del colon bajo riesgo de volverse más permeable, ante su falta, otro punto crucial. Con los alimentos ricos en fibra la microbiota libera ácido butírico involucrado en el crecimiento y diferenciación de células del colon y en la apoptosis lo cual nos vuelve a defender del cáncer y de las inflamaciones. En caso contrario entran en juego las endotoxinas bacterianas y gliotoxinas que ya podrán atravesar el endotelio pasando al torrente sanguíneo y vendrá una respuesta inmunológica, débil inicialmente, que acabará en un síndrome metabólico y en todas estas enfermedades crónicas que vinculo yo a la falta de respuesta inmunitaria de nuestro intestino, Sistema Inmunitario Intestinal deficitario o anulado por comer mal, por comer envasados, poco variado, medicación y todo el sinfín de lo expuesto. El aumento de la permeabilidad del intestino guarda una relación directa con la obesidad y la resistencia a la insulina.

(Pág. 123) Los agricultores, yo a la cabeza por tanto, estamos cometiendo un error que podría suponer una tragedia de incalculables consecuencias para la humanidad. Todo este equilibrio primigenio de bacterias contra hongos, hongos contra bacterias nos lo estamos cargando ¿Cuánto tiempo hace que no recuerda un limón seco? Sí, uno de esos marrones que no se pudre e, incluso, guarda zumo en su interior ¿Cuántos días le dura ahora la fruta sin que se le vean las “florituras”? Bonita palabra y Florit, derivado, como apellido. Esas cosas blancas que veis en el tomate, son hongos que no tienen bacterias que les limiten el crecimiento.

Para rematar os pongo el último párrafo del Capítulo V. NUESTRO INTESTINO: ¿UN ÓRGANO INMUNITARIO? Es una lógica consecuencia de toda la exposición realizada a lo largo de los varios capítulos anteriores y por primera vez en la medicina propongo que el Sistema Inmunitario pase a ser un nuevo Órgano ¿Interesante, verdad?

(Pág. 123) Por todo lo expuesto considero que tenemos un solo Órgano Inmunitario, compuesto por el Sistema Inmunitario Intestinal como primera barrera y el Interno o Celular como segunda barrera, comunicados a través de las células nerviosas intestinales y todo el arsenal inmunitario que alberga la mucosa intestinal.

Por supuesto tendrá continuación.

Eduardo Casasnovas Susanna, el cultivador de lechugas; Palma, 11 de febrero de 2017.

Nota aclaratoria: lo que tengo escrito es un capítulo que introduce a un complejo de unas 30 enfermedades.

Puedes ver el artículo también: https://aldeassingulares.blogspot.com.es/

El abuso de antibióticos en bebés puede provocar daños permanentes en los pulmones

La vida se empezó a complicar hace 1.560 millones de años

Los microbios de tu estómago afectan a tu salud mental

UNA TEORÍA ATREVIDA.

EDUARDO CASASNOVAS SUSANNA.

LIBRO EN PAPEL Y DIGITAL: http://eljardindeloscuriosos.com/?a=libro&id=702&tag=una-teoria-atrevida

 

EL BIOMA HUMANO (CONTINUACIÓN)

4ª Parte

         En el siguiente artículo “Niños nacidos por cesárea reciben bacterias vaginales de su madre” (enlace al final) dice: “Su microbioma se iguala con el de los alumbrados por parto vaginal tras bañarlos en la flora materna”

         Empieza el artículo: “La gran diferencia entre los niños nacidos de parto vaginal y por cesárea son sus bacterias. Los primeros se bañan literalmente en la flora vaginal de su madre. En el microbioma de los segundos, en cambio, predominan los microbios de la piel materna. Sabiendo que los primeros colonizadores bacterianos son vitales para los sistemas digestivo, metabólico e inmunitario del pequeño ¿parten con desventaja los bebés que salen por la barriga?”

         Contesto yo, con respecto a esta diferencia de parto: Sí, rotundamente sí y, a pesar de nuestros intentos de ayuda, tengo dudas en cuanto a que podamos igualar las oportunidades en muchos y diversos casos. La oportunidad de ser un bebé sano frente a otro “no tan sano” con complicaciones no entendibles, hoy por hoy, por la medicina racional actual, puede radicar en esa diferencia de inoculación del microbioma bacteriano existente en el canal del parto que, además, no será el único en introducirse en el sistema digestivo, faltan todas aquellas bacterias de la piel y la boca de la madre. Como apoyo a este párrafo este enunciado: cada familia tiene un aura de bacterias característica (ver enlace), en el que se demuestra que unas horas después de una mudanza la nueva casa tiene las mismas bacterias propias de la familia incluido el perro, por tanto, el recién nacido, irá adquiriendo el mismo microbioma propio de la familia. Pero sin ir tan lejos podemos seguir leyendo en el artículo lo que dice uno de los científicos con respecto a lo que expongo:

         “Pero muchos científicos, entre ellos Clemente, están convencidos de que las bacterias vaginales de la madre cumplen una segunda función tan vital como la primera, pero esta vez para sus hijos.

         El microbioma de los nacidos por cesárea difiere del de los bebés nacidos por parto vaginal. "Esta microbiota vaginal constituye el primer inóculo bacteriano que recibe el bebé al pasar por el canal del parto, y nuestra hipótesis es que es fundamental para un desarrollo apropiado del sistema inmune. Esta primera exposición podría tener consecuencias a largo plazo, como sugieren muchos estudios que asocian parto por cesárea con riesgo de enfermedades inmunes", plantea Clemente.”

         Los microorganismos los podemos clasificar en tres tipos respecto a su manera de vivir sobre nosotros y según el nicho estudiado: unos no soportan el oxígeno, se llaman anaerobios y no pueden vivir en la piel, les gusta vivir en nuestro interior, por lo tanto no estarán en esa transmisión que hagamos solo con el roce diario, las caricias o dar de mamar. Otras necesitan el oxígeno y sí serán transmitidos, pero no entrarán al mundo intestinal, son los microorganismos  aeróbicos, los que necesitan oxígeno y se quedarán en nuestra piel, boca, nariz u oídos. Por último tenemos a los anaeróbicos facultativos que son a los que les gusta estar en una zona sin oxígeno pero lo soportan. Estos últimos sí podrán entrar en el intestino si están en la piel. Podríamos interpretar que existe una cuarta clasificación: aquellos microorganismos que no pueden vivir fuera del cuerpo del hospedador. Esta es una particularidad esencial en la transmisión del bioma ya que no encontraremos en la piel a ninguno que tenga estas características, todos ellos se contagiarán a través del canal del parto, luego siempre existirá un déficit de microorganismos entre el parto normal o por cesárea a favor del primero.

         Por tanto, al pasar por el canal del parto, el bebé se contagia de los microorganismos que en ella habitan, la mayoría anaerobios; viven en ausencia de oxígeno. Y, finalmente, va adquiriendo el resto de la flora por el roce con la piel. El día a día, el perro, el suelo, la guardería, el jardín, el barro.

         Perdón, perdón, perdón que somos muy limpios y lavamos y desinfectamos todo, el pescado y la carne sin restos contaminantes, incluso la fruta ya viene limpia sin nada de arcilla, lavada con agua con bactericidas, en la mayoría de los casos sólo bactericidas y nos cepillamos los dientes con bactericidas, el agua es clorada e incluso con flúor y utilizamos antibióticos a los que debemos llamar antibacterianos propiamente dicho ¿Y qué hacemos con los hongos a los que dejamos libertad de acción y un terreno tremendamente estéril para conquistar? Estamos destruyendo sistemáticamente lo que dice el enunciado: nos preocupamos por que los bebés tengan una microbiota acorde a las necesidades de digestión, inmunización y metabolismo de un animal, mamífero en  nuestro caso, y por el lado contrario, gracias a la revolución industrial, a la sanidad, la medicación, esterilización y ¿conocimientos microbiológicos? nos estamos cargando la microbiota y desequilibrando hacia otro lado. Menuda contradicción entre lo que se intenta lograr en una cesárea y el día a día de cualquier persona en el mundo occidental.

         La mayoría de estos microorganismos que llamamos bioma, biota, microbioma son bacterias, pero no sólo ellas, también hay otros microorganismos como levaduras o virus que nos ayudan o lo hacen con las bacterias y arqueas. Debe existir un fino equilibrio entre nuestros inquilinos que digieren y nos proporcionan el 85% de los alimentos esenciales, que no es lo mismo que lo que ingerimos. Romper el equilibrio nos trae una serie de problemas sobre la salud, empecemos con un simple listado: Alzheimer, Parkinson, Autismo, Fatiga Crónica, Fibromialgia, Sensibilidad Química Múltiple. Os lo explico desde mi libro:

         (Pág. 94) La microbiota o microbioma, biota, bioma, flora bacteriana, es un conjunto de microorganismos que se encuentran en diversas partes de los animales, piel e intestinos los más conocidos, y forman una relación de simbiosis con el hospedero en individuos sanos. Cuando esta relación es beneficiosa para ambos organismos, hospedero y huésped, solemos hablar de comensalía o mutualismo llegando a formar la ectosimbiosis. El huésped protege al hospedero de la colonización de otros microorganismos que pueden ser patógenos, conocido como antagonismo microbiano.

         Pero ¿es que acaso no lo es destruirlo con la medicación, la comida esterilizada y la mala alimentación? En qué quedamos. El 80% de los niños, enfermos pediátricos, que presentan SQM, Fibromialgia o Fatiga Crónica, han recibido fuertes dosis de antibióticos con anterioridad. Encontraréis varios artículos referentes a ello en: http://www.sqmcomocurarse.es/413739625

         Mi idea nace hace 1.500 millones de años, como dije, mediante un ser diminuto que empezó a rodearse de bacterias, levaduras, arqueas y virus, pero no solo ellos, nos faltan los parásitos animales, sí los gusanitos, lo discutiremos:

(Pág. 39): Nació un primer ser en forma de gusano, cilíndrico, alargado pero de células idénticas, hueco, con toda probabilidad traslúcido y anclado a la roca. No coordinaría movimientos; suficiente dejarse mecer por las corrientes. Las células exteriores se hicieron más rígidas, las interiores más permeables y, entremedias, se fueron formando capas con otras células que dieron consistencia al conjunto y un lubricante para todas ellas, el propio agua que las rodeaba.

         Este caldo es electrolítico, puede conducir señales tanto eléctricas como moleculares y en su seno se pueden producir reacciones químicas: comer, excretar, comunicar, defenderse, pero este líquido tisular extracelular es el portador del futuro sistema inespecífico de defensa y curiosamente su punto más íntimo e intenso de contacto se produce con la mucosa del intestino. El agua atrapada es electrolítica, puede transmitir señales eléctricas y químicas; en un agua sin sales, no electrolíticas, sería casi imposible y con una lentitud de transmisión que no compensaría. Este plasma electrolítico se ha conservado hasta nuestros días.

         Con los miles de años este tubito que os describo va adquiriendo más propiedades y características distintas a las que tenía inicialmente. Gracias a él y a que el agua estaba llena de aminoácidos y azúcares tenía todo lo que necesitaba para sobrevivir pero, es la evolución, con el tiempo otros microorganismos se aprovecharon de la facilidad de comer de este ser primitivo y se introdujeron en él, en su tubito concretamente, ya que la comida se hacía cada vez más escasa, la vida proliferaba y las plantas acumulaban azúcares en forma de almidón y celulosa retirándolos del entorno primitivo:

         (Pág. 43): “Nuestro futuro intestino era el atractivo de otros organismos unicelulares, hongos o bacterias en su mayoría, que realizan otro salto. Se adhirieron a la pared mediante una comunicación intercelular, una proteína, y permanecieron en el lugar con reconocimiento explícito de la célula que los albergaba. Nuestra evolución es la que es gracias a esta simbiosis,…”

Démosle paso a otra pregunta importante para el desarrollo posterior de esta exposición teórico científica ¿Cómo se unen las células de distintas especies entre sí? Porque lo cierto es que se fueron uniendo, fueron progresando, evolucionando y creando seres cada vez más complejos. Hubo una solución que fue un éxito: las glicoproteínas, adhesinas y ligandos, que son compuestos que utilizan las células, primero: para reconocerse como amigas; y segundo: para unirse unas a otras aunque fueran especies diferentes, con el objetivo común de mantenerse vivas o el primer principio evolutivo: conseguir comida con el menor esfuerzo posible.

         Bueno, os acabo de describir cómo empezó nuestro microbioma y que se fue complicando con el paso de los milenios, hasta llegar al día de hoy en que la infección de un hijo se realiza a través de la madre. Pero nos quedan algunos pasos intermedios que os describo:

         (Pág. 45): A nuestro tubito lo que ocurra después de haber comido no le preocupa, por tanto si llegan microorganismos que se adhieren para comer los residuos que ya son desechados, no hay problema. Sin embargo estos microorganismos generan unas sustancias interesantes para el hospedero o tubito y por tanto se alarga para admitirlos. Y vuelve a alargarse para que quepan más y variados bichitos, y finalmente se da cuenta de que al alargarse otro poco más, se aprovecha mejor el alimento introducido. Esta comensalía incipiente dará lugar a nuestra biota intestinal actual.

         Hay unos párrafos  en el libro algo esenciales para explicar lo que pudo ocurrirá lo largo de milenios transcurridos posteriormente:

         (Pág. 94) “Todos los microorganismos comensales de nuestro intestino trabajan y se defienden de las agresiones que continuamente sufren por parte de otros microorganismos, que nosotros introducimos a través de la comida, la bebida o los simples roces con los labios. Se defienden de toda agresión que sufran en su nicho ecológico, nuestro sistema digestivo. A medida que el cuerpo se vuelve más complejo y comienzan a existir zonas de difícil alcance, le es más cómodo almacenar moléculas defensivas en lugares adecuados para ello. Estas moléculas son agresivas y hay que envolverlas para controlarlas y expulsarlas en el momento necesario. Acabamos de crear la primera vesícula, tal como en las ortigas, para almacenar lo que nos proporciona nuestra biota. Es una pinocitosis controlada. Con el transcurrir del tiempo estas células se especializarán en elaborar moléculas y, todo este conjunto, dará lugar al Sistema Inmunitario Celular o Sistema Inmunitario Interno.

Eduardo Casasnovas Susanna, El cultivador de lechugas.

         11 de Marzo de 2017; Palma de Mallorca.

Niños nacidos por cesárea reciben bacterias vaginales de su madre

Los bebés españoles reciben un 50% más de antibióticos que los alemanes

Cada familia tiene un ‘aura’ de bacterias característica

Trastornos en el sistema inmune que incapacitan para las relaciones sociales

Healthy human gut phageome , y Estos virus mejoran tu salud

¿Qué es la tecnología CRISPR/Cas9 y cómo nos cambiará la vida?

Este y otros artículos los encontraréis en:

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UNA TEORÍA ATREVIDA. EDUARDO CASASNOVAS SUSANNA.

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EL BIOMA HUMANO (CONTINUACIÓN)

5ª Parte

         Mi intención es demostrar que nuestro microbioma, con el tiempo, 1.500 millones de años, a través de la evolución, prueba y error, nos ha proporcionado nuestro sistema inmunitario. Muy posiblemente, al inicio, tuvimos el mismo tipo de sistema inmunitario interno e intestinal ya que nos debíamos defender de las mismas especies de bacterias y virus de aquel entonces. Inicialmente serían las mismas moléculas, bacteriocinas encapsuladas que actuarían allí donde fueran necesarias. Tenéis que imaginaros nuestro antecesor como unas matriuscas, una interna que sería el tubito, con apertura al exterior, y las células que lo conforman y otra externa también con sus células, epiteliales en este caso y un líquido interno, agua isotónica con la del medio ambiente. Algunas células sueltas, algunas moléculas alimenticias, metabolitos de excreción, oxígeno que se difunde del tubito al interior de las matriuscas y un CO2 que sale hacia el tubito y es excretado con los metabolitos que no sirven. En ese momento nuestro tubito posiblemente tenga un opérculo, nada más, y la entrada y la salida serían la misma.

         Muy posteriormente, cuando este inicio de animal empezó a tener diversas matriuscas y el paso entre ellas fue más complejo, hasta incluso restringido, le obligó a crear un Sistema Inmunitario Interno fiel reflejo del que tenía a lo largo de esa convivencia, copiando de alguna manera la defensa contra los patógenos que lo pudieran invadir, al fin y al cabo eran los mismos patógenos y la defensa la misma. Sin embargo la Naturaleza ahorra toda la energía que puede y decidió tener más a mano el Sistema Inmunitario Interno que evoluciona de otra manera a lo largo de millones de años según las necesidades de cada especie. Con esos millones de años de práctica, adquirimos nuestro propio Sistema Inmunitario  Interno actual que madura gracias a esta infección en el canal del parto de la que estamos hablando.

         Aunque el tubito os parezca un raro espécimen para explicar cosas, en parte os doy la razón, también existen animales en la naturaleza casi tal cual, son Cnidarios, unos animales, alrededor de 10.000 especies, entre los que encontramos a las medusas, corales, pólipos y anémonas, con sistema radial en forma de saco, que se desarrollaron claramente alrededor de un tubito y son de hace unos 600 millones de años, claro que antes que ellos hubo otros y, antes de los otros, algunos más primitivos como el que os describo de hace unos 1.500 millones de años. Todos tienen células urticantes, es una defensa de la agresión externa, aunque también puede ser una primitiva forma de caza, paralizar a la presa para que no haga daño al tubito. Y esta forma primitiva de caza atrae a muchos comensales. Los Cnidarios no tienen dientes y la comida pasa al tubito y se descompone y se absorbe, pero gran parte de ella se desperdicia y atrajo a bacterias, hongos, levaduras, virus, arqueas, en fin a todo bicho viviente que ayudaron en la digestión, tanto es así, que el tubito les ofreció cobijo a cambio de un aprovechamiento mayor de lo que cazaba.

         La comparativa es aplastante: del 100% que asimilamos el 85% lo digiere nuestra biota, bioma o microbioma, como se prefiera llamar y dejemos ya un poco de lado “flora bacteriana”, aunque yo también lo nombro para ayudarme a referenciar el nombre popular. Microbioma o bioma se compone del reino Animalia, Funghy y Plantalia, por lo tanto la flora bacteriana es una parte del bioma, pero no comprende a todas sus partes. Últimamente se referencian virus en el microbioma por tanto habrá que estar al tanto de cómo acaba la cosa (ver enlace).

         Nuevamente el artículo de encabezamiento: Al mismo tiempo, la incidencia de enfermedades relacionadas con el sistema inmunitario como el asma, la artritis juvenil o diversas inflamaciones intestinales está aumentando. Entre las causas estarían los cambios en la dieta o el abuso de los antibióticos. Pero varios estudios epidemiológicos con niños seguidos durante años han mostrado también que este tipo de enfermedades tienen una mayor prevalencia entre los que nacieron por cesárea.

         Pero no aumentan solo ellas, también las que he citado y otras muchas relacionadas, lo cual viene a decir que no es únicamente por la cesárea sino también, añadido, por el estilo de vida equívoco que llevamos y que nos conducirá a un desastre epidemiológico. El intestino se comunica con los dos cerebros, el primero en el estómago y el segundo en la cabezota, porque somos cabezones. Esa comunicación es la que genera muchas hormonas, equilibrios homeostáticos, digestión y prepara al sistema inmunológico para responder ante un ataque en que nuestro Sistema Inmunológico Intestinal no haya podido hacer frente. Esto es nuevo para todo el que no haya leído el libro, es una nueva definición sobre el que llamo Órgano Inmunitario al incluir el Sistema Inmunitario Intestinal, que no me refiero al Sistema Inmunitario Mesentérico, son conceptos totalmente distintos y actuaciones diferentes, pero el Sistema Inmunitario Intestinal activa en primera instancia al S.I. Mesentérico por si fuera necesaria su actuación y, a través de los millones de neuronas intestinales activamos otros mecanismos para que el sistema de reconocimiento actúen también si los patógenos consiguen atravesar las barreras interpuestas por la naturaleza y la evolución, la conocida permeabilidad intestinal.

         Pues como se va relatando en el artículo de los niños nacidos por cesárea, si les dejamos cojo el Sistema Inmunitario Intestinal, que debe poner en marcha al Sistema Inmunitario “completamente inmaduro” de un bebé, pues no lo conseguirá, o lo realizará a medias y la salud de ese bebé se resentirá a lo largo de toda su vida. Si, además, ese bebé es mujer, al tener hijos y no poder transmitir en su plenitud todo el bioma intestinal, aunque para por el canal del parto la infección será defectuosa y, su descendencia, volverá a tener las mismas enfermedades maternas.

         Si yo no tengo el bacilo de la tuberculosis no te lo puedo contagiar, por el mismo razonamiento una madre no puede contagiar a su hijo lo que no tiene. Eso que no tiene puede ser insignificante, pero podría ser peliagudo, ser responsable de la transmisión de enfermedades o, lo más probable, que algunas enfermedades se aprovechen. Veamos algunos ejemplos posibles, siempre ateniéndonos a la transmisión correcta o no del bioma: Trastornos en el sistema inmune que incapacitan para las relaciones sociales

Un equipo de científicos trata de explicar en ratones por qué fallos en el sistema que nos defiende de los patógenos provocan problemas de sociabilidad como el autismo o la esquizofrenia (ver enlace).

         Y ¿pueden ser enfermedades similares en toda la familia? bajo mi ignorante punto de vista, creo que sí. Pero lo explicaré un poco más claramente y me voy al capítulo IV DE EPIGENÉTICA:

         Nuestros microorganismos tienen la facultad de encender o apagar genes, de especializarse en función del huésped, nosotros, y actuar, atacar, según le complazca y que facilite sus necesidades. Falta saber si son capaces de realizar traslocaciones genéticas en nuestro organismo o al menos, activar o desactivar genes a su conveniencia, otra vez epigenética. Si esto fuera cierto debo afirmar que voy a ser un enfermo crónico toda la vida, a no ser que por otra razón consiga desactivar esos genes que me provocan estos trastornos.

         Con los encendidos y apagados, la epigenética, la complejidad de la herencia recibida se multiplica y, nosotros con menos genes, somos más complejos que otros organismos con más. De esta complejidad resulta que en el Reino Unido una gran cantidad de niños con el síndrome de Beckwith-Wiedemann eran engendrados in vitro. Sencillamente ocurría que en el breve espacio de tiempo, en el que se realiza la fecundación, el óvulo estaba depositado en una placa petri y es suficiente para el encendido o apagado epigenético que provoca el síndrome de Beckwith-Wiedemann multiplicándose por cuatro el factor de riesgo. Así de sencillo. Así de preocupante.

         Este mismo factor de riesgo es el que puede que suframos en muchas familias y dejemos de transmitir ciertos microorganismos que nos podrían ayudar a no tener cierto tipo de enfermedades. Una explicación sencilla con respecto a esta diferencia de defecto genético: en la mayoría de los casos los defectos genéticos los presentan los enfermos y no en todos ellos, nunca se presentan en gente sana, lo cual quiere decir que el gen muta con la enfermedad, posteriormente y no naces con él, no vives con él, sencillamente tienes un desequilibrio en tu bioma intestinal y, por aquello de que te ha tocado, tienes una enfermedad del Sistema Central. Lo normal es que en tu familia dicha enfermedad se repita pues, con la mayor probabilidad, esos defectos en algún tipo de microorganismo harán que ese cambio genético, epigenético en este caso, se repitan y padezcas la enfermedad.

         Veamos un ejemplo: La esquizofrenia, ¿es hereditaria? Y si es hereditaria, ¿lo es de padre/madre a hijo? Y esto es lo que dice: Los estudios sobre las causas de la esquizofrenia se topan en primer lugar con la dificultad de delimitar bien el trastorno, dado que muchos otros trastornos pueden presentar síntomas similares a la esquizofrenia, entre ellos el trastorno bipolar, la depresión, y otros síndromes delirantes. Aún con estas consideraciones, hay evidencia suficiente que sugiere que en la esquizofrenia existe una vulnerabilidad genética sobre la que actúan estresores ambientales para, finalmente, desencadenar la enfermedad.

         Si hemos establecido una relación entre la esquizofrenia y la microbiota, si ahora establecemos otra entre vulnerabilidad genética y esquizofrenia ¿podemos establecer que nuestro bioma no nos defiende correctamente en este caso concreto? ¿Podemos afirmar que el cambio genético se produce por alguna bacteria patógena que se salta las barreras y nos genera un cambio genético? Dejo las respuestas para más adelante.

         Hace poco más de 5 años descubrimos una técnica conocida como CRISPR/Cas9 ¿de qué se trata? en principio sencillo si se entiende sobre lo que hablamos, (os pongo el enlace para que leáis). El ADN se compone de genes, de codones y letras: Adenina, Citosina, Guanina, Timina y Uracilo, solo estas cinco y mediante su combinación, que nunca es al azar, tenemos todos los ADN de todos los seres vivos. La técnica CRISPR lo que consigue es cambiar un grupo de estas letras por otro grupo. Podemos obtener un mutante agrícola (Monsanto ya ha comprado la patente para este campo de aplicación), pero también podemos arreglar un gen mutado y estropeado. Pura ingeniería fantasiosa parece, milagro, algo de siglos venideros.

         No, esta técnica la domina a la perfección la naturaleza, existen bacterias y hongos que pueden modificar genéticamente a otro, siempre igual y siempre en el mismo sitio, por lo que no interviene el azar y, también, aunque no es la misma técnica tenemos una molécula en la piel que nos repara el ADN dañado por la luz UVC y UVB. Esta molécula se activa por la UVA, gracias a una riboflavina y la reparación es simultánea al daño, esa molécula es la pterina, en concreto una tetrahidropterina. Por lo tanto estamos hablando de técnicas que tienen muchos millones de años y, ahora, las estamos descubriendo y patentando y vendiendo, demostrando que la medicina y la investigación están más pendientes del dinero que del bienestar humano.

Eduardo Casasnovas Susanna, El cultivador de lechugas.

         11 de Marzo de 2017; Palma de Mallorca.

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EL BIOMA HUMANO (FINAL)

6ª Parte

         En nuestras enfermedades del Sistema Central no se han encontrado serias alteraciones genéticas, no las tenemos todos, son variables y no se encuentran en gente sana. Voy a plantear mis preguntas: ¿Son estas variaciones genéticas provocadas por las bacterias u hongos intestinales patógenos? ¿Podrían estar las enfermedades ligadas por estas variaciones? Todos tenemos una, dos y hasta cuatro enfermedades, aparte de infinidad de síntomas comunes. Desde mi punto de vista microbiológico creo que sí, que son los responsables al igual que lo son en la esquizofrenia o el autismo. No tengo dudas y me tendrán que sacar de mi error con demostraciones científicas.

         Al hilo de todo esto os diré que la disfunción intestinal es difícil de curar ya que hay excesivos componentes. Sabemos que los microorganismos están anclados a la pared del intestino mediante proteínas, adhesinas y ligandos, y que si un nuevo microorganismo quieres asentarse en nuestro intestino necesita dos cosas: 1ª debe ser reconocido como no patógeno o será atacado y expulsado. 2ª debe tener sitio para asentarse. Por tanto deberíamos primero destruir nuestra propia biota para hacer ese sitio ¿Tiene lógica esta proposición? es discutible, la diarrea del viajero se cura sola entre el tercer y quinto día y, en la mayoría de los casos es que no nos adaptamos a las comidas del lugar en el que estamos. Este caso nos vislumbra la posibilidad que los microorganismos necesarios para la digestión acaban ocupando un sitio en el intestino, mínimo seguramente. Esta diarrea cambia en aquellas personas que viajan asiduamente a países extraños (para nuestra biota), dejan de tenerla, “se habitúan”. Lo más probable es que los microorganismos propios de la zona acaben por asentarse en el intestino de manera definitiva.

         Otra cosa que tiene la lógica “aplastante de la abuela” es la de comer fruta y verdura de temporada. Antaño sí, ahora es más discutible. Debemos saber y entender que todo vegetal lleva adheridos unos microorganismos que lo van a digerir, si esa digestión se realiza en nuestros intestinos nos beneficiaremos de ellos y, si a lo largo de la temporada los acogemos, no tendremos esas primeras diarreas de comer ciruelas o cerezas. Sin embargo tenemos el famoso “pero”, sí un pero grande, hemos esterilizado las frutas, las verduras, ningún alimento lleva incorporados los microorganismos necesarios para realizar el proceso de digestión. No nos reinfectamos comiendo productos crudos y, gracias a muchos acontecimientos adversos, vamos eliminando especies de nuestro microbioma intestinal. Hoy un occidental puede tener entre 600 y 1.000 especies distintas, cuando lo ideal sería sobrepasar las 1.500 y poder llegar a las 2.000 de los Indios Yanomamis. Esta gente que vive la selva amazónica de Venezuela, la que visitó Félix Rodríguez de la Fuente, tiene unos microorganismos que generan antibióticos, los que yo llamo bacteriocinas. Me acerco nuevamente a mi libro:

         (Pág. 47)Os estoy hablando de las Bacteriocinas que es una toxina sintetizada por una bacteria con el fin de cargarse a otras bacterias, hongos o virus, que es lo que interesa en estos momentos de la vida.

         Nuestro primer Sistema Inmunitario Intestinal es el grupo de bacterias amistosas que tenemos dispuestas en nuestro sistema digestivo, sin ellas estaríamos muertos, sin ellas el consumo de antibióticos sería tan brutal que ya habríamos matado a las mitocondrias, la mitocondria es una bacteria, y no existiríamos como seres animales. Quiero que entendáis mi propuesta: sin la biota del intestino, que se compone de todos los microorganismos y otros gusanitos que habitan en él, ninguno de los animales conocidos existiría como tal.

         Otro de los factores a tener en cuenta es que en las digestiones pueden existir cadenas de bacterias de manera que una empieza donde acabó la anterior. Si estamos hablando, aunque sólo sea de 1.000 especies, el complejo que tenemos cada uno en nuestro intestino es inabordable. No es ya saber qué especies nos faltan o que se supongan necesarias por una estadística, porque la gente de Noruega lo tiene de esta manera y en España de otra. Leedlo en el artículo “Cada familia tiene un ‘aura’ de bacterias característica”  y cada persona también, por eso unos nos defendemos mejor frente a unas agresiones y otros frente a otras. Es una característica propia de la vida llamada evolución y lo que no evoluciona muere, aunque no sepa que está muerto, les pasó a los Mamuts, a los Neandertales y le está ocurriendo a nuestro querido Lince. Todos murieron cuando la variabilidad genética impidió nuevas recombinaciones y, algo similar, nos ocurre a los que más nos lavamos y “cuidamos nuestra salud” de manera equívoca, dejamos de tener variabilidad genómica en nuestro intestino y debemos soportar enfermedades como Intestino Irritable, Crohn, SQM, Fatiga, Fibro, EHS, Esquizofrenia, Autismo, Parkinson, Psoriasis, Esclerosis, ¿Alzheimer? Tenéis hasta 30 enfermedades enumeradas y cómo podrían explicarse según mi exposición en el libro: Una Teoría Atrevida (ver enlace).

         ¿Son útiles, por tanto, los probióticos? Creo que los que provienen de alimentos fermentados, tanto lácteos como verduras, son buenos y deseables, pero desconozco el resultado de los probióticos encapsulados y por tanto no me pronuncio, en fin que se venden muchas cosas. Para finalizar el último párrafo del artículo del parto:

         Los nacidos por cesárea no entran en contacto con la flora vaginal, por lo que entre sus primeros colonizadores no están o lo están en poblaciones reducidas de Bacteroides y Lactobacillus, géneros que, una vez instalados en el intestino le hacen la mayor parte de la digestión al bebé. Además de descomponer la leche, las colonias intestinales fabrican una serie de vitaminas que el cuerpo humano por sí solo no es capaz de generar. Más aún, se van acumulando pruebas de que estas primeras colonias funcionan como entrenadoras del sistema inmunitario.

"Nuestra hipótesis es que la microbiota vaginal es fundamental para un desarrollo apropiado del sistema inmune"

         Con respecto al proceso de sintetizar vitaminas os cuento el problema que se presentó en la medicina inglesa con gente vegana hindú. Directamente del libro.

         En la cultura Jainista, al sur de la India, se practica mayoritariamente el lacto vegetarianismo en el que se pueden consumir productos lácteos y miel, y también el vegetarianismo puro que ni siquiera se consumen estos dos productos y se conoce como veganismo, con toda una serie de condicionantes que crea una cultura muy particular. La Ahimsa es muy estricta en el jainismo tanto entre los laicos como entre los monjes, llevándola a casos extremos en los que se respetan cosas como: no comer comida fermentada por respeto a los bichos que la fermentan, no cocinar de noche para que los insectos no mueran estrellándose contra las luces y llegan a ser tan estrictos que no comen ni yogur ni otros platos fermentados como el dhokla a base de garbanzos.

         Estos señores cuando migran a Europa, especialmente al Reino Unido por la lengua y por la gran colonia hindi parlante comienzan a ponerse gravemente enfermos. Dilemas de la medicina. ¿Por qué estos individuos que respetan al más pequeño de los bichitos se ponen enfermos aquí en Europa? Muy sencillo, porque no toman carne y les faltan vitaminas  B3 y B12. Bueno pues que coman carne. Es que en su país tampoco comen carne y están como robles. Joé ¿qué raro? La explicación no es médica es puramente medioambiental.

         En Europa todas nuestras frutas y verduras están suficientemente lavadas, desinfectadas y despiojadas y no les queda nada de nada. Los Jainistas no se pueden reinfectar de las bacterias que generan las vitaminas del grupo B y enferman. Cuando esta gente recolecta sus verduras no las lava y estas plantas están llenas de bacterias, especialmente sus raíces que ellos no recogen, desde luego, pues destruirían la planta, va contra el jainismo. Sin embargo quedan suficientes bacterias para que elaboren la vitamina B12 en su intestino, pues la elaborada en el colon se pierde en gran proporción por las heces y bacterias macrófagas.

         ¿Veis que importante es el equilibrio de la flora intestinal? Es la propia biota la que nos sacará de muchos apuros y detendrá muchas enfermedades. Esta forma de vida, la de los Jainistas, nos demuestra que el equilibrio en la comida es esencial y la adquirieron con el paso de los siglos, y nosotros estamos haciendo lo contrario, comer día a día peor.

         Esta es mi tesis en cuanto al autismo. El Sistema Inmune no se desarrolla correctamente y, algunos de los microorganismos instalados en el intestino se saltan la barrera intestinal, tengo dudas de si salta la barrera hematoencefálica, pero si no es él sí lo hacen sus metabolitos, impidiendo el correcto desarrollo de las neuronas, especialmente las neuronas espejo. Sin embargo existe un tiempo en que el bebé no denota nada, o casi, es el tiempo en el que el bebé mama y dispone de una flora bacteriana que le realiza la digestión ¿qué ocurre cuando se le cambia el tipo de comida? Me imagino que podríamos estar alimentando a los patógenos equivocados y, por una permeabilización intestinal, entran a tomar el control como lo toman en la Fibromialgia, SQM o la Fatiga Crónica y, con infinita curiosidad, la gran mayoría de productos que hacen daño o no son aconsejables en el autismo tampoco lo son en el resto de enfermedades, o también hacen daño.

 

         ¿Podríamos comparar las rabietas neurológicas con nuestra desconocida fibroniebla?

         Eduardo Casasnovas Susanna, El cultivador de lechugas.

         11 de Marzo de 2017; Palma de Mallorca.

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Este y otros artículos los encontraréis en:

https://aldeassingulares.blogspot.com.es/

Además podéis votar nuestra idea sobre estas aldeas solidarias y singulares en el siguiente enlace: https://protos-brindis.herokuapp.com y deberéis tener abierto Facebooc.

UNA TEORÍA ATREVIDA. EDUARDO CASASNOVAS SUSANNA.

LIBRO EN PAPEL Y DIGITAL: http://eljardindeloscuriosos.com/?a=libro&id=702&tag=una-teoria-atrevida.

 

TÍTULO ELOCUENTE: Nuevas evidencias biológicas del Síndrome de Fatiga Crónica y la Sensibilidad Química reavivan la esperanza de los afectados (recibido a través de Asociación SFC-SQM Madrid)

 

         Cuando discutí con Siegmund Freud el diagnóstico de Lucy corría el año de 1892, soy un poco mayorcito ¡Qué le vamos hacer! Sin embargo soy la única persona que le haya discutido sus diagnósticos, lo encontraréis en http://www.sqmcomocurarse.es/414193576, a continuación del trabajo sobre Goya y Beethoben. Primero os coloco un párrafo de mi libro:

         “Todas las definiciones de estas enfermedades empiezan con Charcot y Janet, psiquiatras a la usanza de 1850, profesores de Freud, que empezaron el estudio del histerismo en los que se refieren a los síntomas de estrechamiento del campo visual, parálisis, contracturas o trastornos viscerales, incluyendo el desequilibrio emocional. Este trabajo se realizó en un hospital de París, con mujeres violadas o alcoholizadas, en fin con un estrés desbordante.”

         A este respecto me remito a otro estudio, el de don Sinforiano García Mansilla sobre el estrechamiento del campo visual que ya se describe en 1850 y que padecemos los enfermos, tanto de SQM como de SFC/EM, aunque la encefalopatía miálgica puede o no darse simultáneamente. Dice lo siguiente:

         “En cuanto a las alteraciones fisiopatológicas, señala el autor, la total ausencia de las mismas en el aparato de la visión. Apunta  la existencia de trastornos funcionales en la corteza cerebral que interrumpe la transmisión interneuronal.” (Y tengamos presente que estamos hablando de 1906), 110 años.

         ¿Es una primera acotación del síndrome de Susac? el que quizás tuvieran Goya y Beethoven, motivo por el que ellos se quedaron sordos pero no ciegos como le ocurrió al Dr don Luis Carrasco. El síndrome de Susac es una tríada que ataca al nervio óptico, al auditivo y al cerebro, una encefalopatía no simultáneamente ni tampoco tiene por qué ser la tríada completa. Este es el motivo por el que siempre separo la SFC de la EM porque pueden darse juntas, pero también separadas y no es algo exclusivo de la SFC. Quede claro. Y como nombro en mi libro “esta enfermedad” es la misma con características diferenciales que la hacen aparecer como muy distintas.

         La SENSIBILIDAD QUÍMICA MÚLTIPLE es un compendio de varias de las anteriores (SFC y FM) pero con una colonización generalizada y gobernada por un centro de mando ubicado en el vómer o bulbo olfatorio. Dos factores importantes a tener en cuenta: todos los enfermos tenemos o hemos tenido unas manifestaciones de: faringitis, pérdida de visión o cierto tipo de molestias, visión borrosa  u otitis. Otra manifestación anterior es la de los estornudos que empiezan antes de estar físicamente mal. El intenso e indescriptible dolor en las pituitarias. Eso queridas amigas es el aldehido que nos provoca el efecto gatillo ya explicado.

         El síndrome de Susac afecta más a mujeres que a hombres y no hay antecedentes clínicos ni familiares. Suele confundirse con una esclerosis múltiple y debida a una reacción inmunológica. Pues ya tenemos una serie de componentes: Inmunidad, neurología ¿y la endocrinología? ya la encontraré, no os preocupéis, o quizás no sea cierta o quizás por eso ataca más a mujeres que a hombres. Es algo que considero relativo, una persona enferma suele perder su equilibrio hormonal ¿fue antes el huevo o la gallina? Este síndrome de Susac suele presentarse con sintomatología de: cefalea, que suele ser severa y a veces con carácter migrañoso. Aunque otras formas de presentación cerebral incluyen transtornos cognitivos como pérdidas de memoria, alteraciones motoras como ataxias y discinesias, e incluso transtornos psiquiátricos.

         Y como regalo a todas estas cuatro enfermedades tenemos la FIBRONIEBLA provocada por todos los metabolitos generados por Candida, metanol, acetaldehido, D-arabinitol, más todos aquellos generados como metabolitos secundarios, y voy a sumar aquellos restos oxidativos que no conseguimos eliminar, además de la neutralización de la vía de la calcineurina.

         Y esto no es todo:

         La hidroquinona. Os suena de la quinona, semiquinona, coenzima q10. La hidroquinona es un veneno que mata sólo con 5 gramos, pero ¿qué pasaría si la tuviéramos en menores dosis, pequeñas dosis pero continuamente? ¿LOCURA, ESQUIZOFRENIA, DOBLE PERSONALIDAD, DESESTABILIZACIÓN EMOCIONAL? y además la FIBRONIEBLA. Qué nos depara un gramo de hidroquinona: irritación del tracto intestinal, tinnitus (zumbido en los oídos), náuseas, vómito, dificultad para respirar, cianosis (coloración azulada de la piel), convulsiones (movimientos musculares involuntarios), delirio (perturbación de la realidad) y colapso (notable disminución de la actividad física y mental, además de pulso débil). Todos vosotros podéis decir que habéis tenido simultáneamente varios de estos síntomas.

         No sé yo si tenemos nosotros lo mismo que Goya y Beethoven o ellos tuvieron lo mismo que nosotros.

         Este síndrome se confunde con esclerosis múltiple, migraña, lupus eritematoso, encefalitis, enfermedad de Menière e incluso esquizofrenia. Como veis una serie de cuadros que nos acompañan siempre que vamos a un médico y, por mala suerte o por desconocimiento, acabamos en el loquero, o psiquiatra que te receta un poco de Lyrica y acaba contigo en un par de semanas.

         Quisiera que leyerais “GOYA Y SU ENFERMEDAD” y, a continuación para el que tenga ganas, mi discusión con Siegmund Freud sobre su diagnóstico sobre Lucy.

         En cuanto a las opiniones sobre que estas enfermedades son provocadas por “deficiencias metabólicas características…bacterias intestinales inducen cambios…”  otro párrafo de mi libro a este respecto respecto:

         “La Dopamina es la encargada de la motilidad del intestino, función cardíaca y vasodilatación, la función renal y sin ella RETENEMOS LÍQUIDOS, regula la inhibición o liberación de la ADRENALINA Y NORADRENALINA, regula los VASOS SANGUÍNEOS PULMONARES. La ausencia de Serotonina influye en los procesos inflamatorios como en los casos de Fatiga Crónica y Fibromialgia. A todo esto,  en nuestro intestino, la microflora es capaz de sintetizar benzodiacepinas endógenas que sí atraviesan la barrera hematoencefálica actuando sobre el Sistema Nervioso Central produciéndonos efectos MIORELAJANTE, ANSIOLITICO, SOMNÍFERO, ANALGÉSICO, e inhiben el ESTRÉS actuando sobre los receptores Gaba. Y sólo como adelanto, con los receptores opiodes junto a la serotonina intestinal se comprueba que, en su deficiencia, aparecen los procesos inflamatorios intestinales así como en la Fibromialgia y la Fatiga Crónica. ¿Procesos autoinmunes? Por supuesto que sí.”

         Llevan tres años de atraso, lo siento, e insisto:

         “Esto son enfermedades intestinales o provocadas por el intestino y debo desentrañarlo. Estas bacterias juegan un papel fundamental en la elaboración de enzimas y vitaminas como las Bes y la Kas, aminoácidos y ácidos grasos de cadena corta. Nos regulan el nivel de estrés o el temperamento, otros dos problemas que tenemos como síntomas en nuestras enfermedades.”

         Las Bes son el grupo de las vitaminas B, por supuesto:

         “¿Qué nos ocurre? que estamos dejando de reconocer a nuestro “OTRO YO” porque no es el mismo con el que hemos convivido durante toda la vida, por alguna razón ha cambiado y nos genera malas digestiones, ataques alérgicos con lo que comemos y hasta los ataques autoinmunes. Esa comunicación establecida al nacer se ha roto, hemos perdido nuestras células de reconocimiento. En los momentos iniciales se estableció una comunicación molecular entre nuestra biota y el segundo cerebro, que en aquel entonces era única.”

         Referente a este párrafo deberías leer el artículo sobre el bioma, especialmente la transmisión de la madre al hijo en el canal del parto, http://www.sqmcomocurarse.es/426844666.

         Quedan muchas cosas por averiguar, lo curioso es que las tenga descritas una tras otra, que se vayan investigando una tras otras y publicando una tras otra y nadie haga ni caso. Por ejemplo esto:

En fin, es una auténtica belleza genética que podría estar implicada en un proceso conocido como glicosilación que es la forma natural del cuerpo humano, para crear ciertos compuestos necesarios, como los anticuerpos. En este proceso bioquímico se adiciona un glúcido (azúcar) a otra molécula. Los anticuerpos son moléculas glicosadas que, en nuestro caso de Sensibilidad Química Múltiple, Síndrome de Fatiga Crónica o Fibromialgia, podrían no actuar convenientemente, o bien ser moléculas incorrectas intencionadamente.

         La diferencia entre lo expuesto en el artículo y lo que digo yo es que la enfermedad autoinmune puede no estar provocada por nosotros mismos, es decir, parece autoinmune pero no lo es aunque a todas luces se la califique como tal. Tenemos que pensar como seres civilizados y definirnos como animales y, como cualquier animal o ser vivo, tenemos nuestros parásitos y nuestros patógenos que nos correrán a gorrazos siempre que puedan.

         Un parásito es un ser que va a intentar vivir con el menor esfuerzo posible de su víctima y sigo diciendo, opinando, que nuestras enfermedades están provocadas por uno o varios patógenos que inician una vida de parasitismo gracias a una serie de señales que reciben de nuestro propio cuerpo, suele ser una doble transducción se señales, momento en el que inician una prospección y lenta invasión, 5, 10 y hasta 20 años, colonizando nuestro cuerpo sin necesidad de viajar a través de la sangre, lo hacen célula a célula porque tienen el medio de hacerlo. Es la típica descripción de Alzheimer, Parkinson o Ela. Incluso, para más inri, hasta podrían no tener que moverse del intestino. Una vez que consiguen dominar nuestro Sistema Entérico y las placas de Peyer son suyas, maneja el segundo cerebro a su antojo de forma y manera que somos sus esclavos: nos piden comer pan y comemos pan y, quien dice pan, dice azúcares de cualquier tipo, dulces, chocolate, zumos o refrescos.

         “Desde este sistema acuoso, el Sistema Extracelular, puede introducirse en sangre,  en linfa o de célula en célula y recorrer todo el cuerpo de norte a sur, del lado derecho al izquierdo; este hongo tiene la facultad de orientarse en los laberintos. Quizás aquí diverjan las enfermedades enumeradas. Según llegue al Sistema Central, Esclerosis o Alzheimer; al bulbo olfatorio, SQM o Fatiga Crónica o finalmente, una fibromialgia invadiendo multitud de articulaciones y musculatura. Si en ese momento es descubierta, todo el arsenal inmune humano irá contra ella, se creará una célula de memoria y se acabó la invasión y a otra cosa mariposa. Pero si no es descubierta, si ha neutralizado la serotonina, a las Th1 y si es capaz de rodearse de células inmunitarias Th2, tendremos cualquiera de estas enfermedades. En estas condiciones la única manera de defenderse de la arena del desierto es no vivir en él.”

Palma de Mallorca, 12 de Mayo de 2017;

Eduardo Casasnovas Susanna, el Cultivador de Lechugas.

 

         El enlace al artículo que me refiero es el siguiente: http://www.tusmedios.es/notas-de-prensa-salud/75479-nuevas-evidencias-biologicas-del-sindrome-de-fatiga-cronica-y-la-sensibilidad-quimica-reavivan-la-esperanza-de-los-afectados.html

         Mi libro lo podéis encontrar en: UNA TEORÍA ATREVIDA.

EDUARDO CASASNOVAS SUSANNA.

LIBRO EN PAPEL Y DIGITAL: http://eljardindeloscuriosos.com/?a=libro&id=702&tag=una-teoria-atrevida.

LIBRO DIGITAL: http://www.casadellibro.com/ebook-una-teoria-atrevida-ebook/9788416681686/3020325

 

                        UNA TEORÍA ATREVIDA

 

Este es el libro, por fin. Primero incido en la importancia del intestino, no ya como tal, sino como parte del sistema defensivo, por ello mi idea es llamar ÓRGANO INMUNITARIO en los que incluyo a nuestros varios Sistemas Inmunitarios y al Intestino como primera barrera del mismo; es una aportación novedosa a la ciencia. Posteriormente realizo un intento científico para explicar diversas enfermedades del Sistema Central, entre ellas las siguientes sin orden ni concierto:

Fibromialgia

Fatiga Crónica

Sensibilidad Química Múltiple

Electrohipersensibilidad

Alzheimer

Parkinson

Huntington

Autismo

Soriasis

Doble personalidad y otras más, hasta un total de 27.

De entre sus líneas se vislumbra el tratamiento, los errores que cometemos al comer y la forma de sanar.

Aunque el libro es una exposición fácil para que la entienda la mayoría de gente, especialmente los enfermos, tiene un apoyo científico de primer orden.

Podéis encontrar el libro en el siguiente enlace:

http://m.casadellibro.com/ebook-una-teoria-atrevida-ebook/9788416681686/3020325

MI LIBRO

PRÓLOGO

Es un honor para mí escribir esta introducción al libro de Eduardo: Una teoría atrevida. Honor porque es mi hermano, enfermo y ha sido capaz de enfrentar un reto mayúsculo como es entender, explicar y aclarar su enfermedad y otras relacionadas con teorías e investigaciones que están publicadas y aceptadas. El mérito es haber buscado, estudiado,  coordinado y esclarecido todas esas investigaciones a base de lectura crítica, estudio, reflexión, cuestionamiento y lógica, nada extraordinario al parecer, pero cuyo resultado sí es extraordinario, que un enfermo sepa explicar su enfermedad mejor que lo hace la literatura científica y médica.

La explicación de una enfermedad no es algo extraordinario, se ha hecho tantas veces como enfermedades hay, pero que sea un paciente y no el médico o los científicos, empieza a ser un poco más raro.

La desesperación, abandono, desidia, malestar, sufridos sistemáticamente por aquellos y aquellas que tienen una enfermedad no reconocida o no estudiada suficientemente, puede empujar a los enfermos a hacer cosas inexplicables a los ojos de los sanos, pero en lugar de la depresión, el aislamiento o el sometimiento, Eduardo eligió pelear y luchar por su vida. De esa pelea surge este libro y el resultado es una explicación científica para quien quiera estudiarlo y aplicarlo. Lo que hagan con ello está por ver.

Sería magnífico pensar que la medicina está basada en evidencias científicas y en teoría así es, pero la aplicación de la medicina en la práctica cotidiana, ya no es tan científica, influyen factores económicos, sociales, laborales, políticos y algunos más que limitan y delimitan esa praxis con los enfermos. En la práctica los enfermos pueden llegar a saber más de su enfermedad que el propio médico que si se siente cuestionado por ese saber vital, reacciona mal, es decir antepone sus sentimientos al proceder médico, y empieza un calvario para el enfermo que no encuentra ayuda, ni consuelo o remedio en quien socialmente debe prestárselo. Pero a veces el resultado de esa mala praxis es una buena conclusión: puesto que estoy solo en esto, adelante con todo lo que supone.

Creo que esa decisión fue el motor de funcionamiento de Eduardo durante varios años, los que ha durado esta investigación y escritura del libro, y admira el hecho de que teniendo limitadas las capacidades físicas, emocionales e intelectuales, un ser humano sea capaz de superarse hasta elaborar una teoría coherente y sólida sobre su sufrimiento. Lo cual no disculpa al cuerpo médico que lo abandonó, lo cuestionó y diagnosticó erróneamente.

Me siento obligada a hablar de la profesión médica, que fue mía durante cuarenta años de trabajo duro, en los que me sentí cuestionada, vilipendiada, criticada y apartada del pensamiento oficial, sobre todo cuando me atreví a cuestionar prácticas y teoría con las que no comulgaba; el precio a pagar es altísimo, pero no me arrepiento, creo que salí ganando.

Hoy en día la medicina es un negocio, la salud pública es insalubre, y los resultados de las mismas son más que cuestionables si hablamos de rendimiento en salud de las personas. No voy a repetir aquí lo que personas mejor dotadas que yo han escrito sobre esos resultados, quisiera hablar de los pacientes, sobre todo crónicos al que esa medicina ha relegado.

El mero diagnóstico de una enfermedad crónica es devastador, en un momento unas frases frías y supuestamente objetivas dejan a una persona sin futuro, sin vida y a merced de unos extraños que en virtud de una profesión y en nombre de unos conocimientos, se apropian de lo que le queda de vida y al que obligan, silenciosamente a someterse sin cuestionamientos a tratamientos que no entiende o no comparte, pero qué más da.

Durante el transcurso de la enfermedad el paciente no pierde sus facultades mentales o culturales ni su capacidad crítica pero pareciera que algunos médicos confunden padecer una enfermedad crónica con infantilizarse o hacerse débiles mentales o simplemente sumisos a todo y a todos. Esta actitud paternalista se tiene que cambiar; para llegar a ser una profesión eficaz y saludable tanto para los pacientes como para los profesionales la medicina tiene que llegar a una relación terapéutica igualitaria, equitativa, de manera que el profesional aporte unos conocimientos que respeten los del paciente y que aporte unos tratamientos que el paciente debe entender y aceptar, para poder discutirlos con su médico. El oscurantismo ha servido para ocultar la ignorancia, la impotencia e incapacidad de los médicos para aliviar y curar el sufrimiento humano, estandarte del que durante tanto tiempo se vanagloriaron , pero que ahora nadie quiere. Ahora lo que queremos, médicos y pacientes, es una medicina cercana, dialogante en la que ambos protagonistas participen de las decisiones que pueden cambiar sus vidas, al paciente porque se le aclara su futuro y al profesional médico porque ha hecho su trabajo correctamente.

La lectura del libro es un viaje apasionante por los vericuetos del cuerpo humano, capaz de las cosas más alucinantes y que cuando funcionan correctamente ni notamos ni valoramos; cuando se estropean es cuando nos damos cuenta de lo que perdimos. Todo es verdad y posible, el mérito es hacerlo coherente y lógico. Espero que lo disfruten.

Luz Casasnovas Susanna

Palma de Mallorca, 10 de Abril de 2016